Abril García / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Desde hace algunos años, Uber se ha posicionado como la competencia directa del servicio de taxi alrededor del mundo. Sin embargo, esto podría traer consecuencias desfavorables para los usuarios al incrementar el costo del transporte. Uber es una aplicación que permite a sus usuarios, a través de un sistema de localización, pedir un automóvil para transportarse de un punto a otro. La empresa por sí misma no cuenta con ningún vehículo propio, sino que trabaja a través de un esquema de cooperación con choferes privados que, de acuerdo con su ubicación, acuden a las solicitudes que se realizan a través de la aplicación. La aplicación, se lleva aproximadamente el 20% de total de la transacción al funcionar como un intermediario entre usuario y conductor. Hasta ahora, no sin resistencias, la empresa norteamericana consiguió posicionarse como un método de transporte comúnmente utilizado por los mexicanos. Esto debido a su innovación en términos tecnológicos, la flexibilidad de sus horarios de trabajo y la prestación de un servicio necesario. Sin embargo, para los taxistas esto resulta una afectación a su labor al tener que ser forzados a competir con este tipo de servicios, sin tener los medios para conseguirlo. “Para la lógica misma del capitalismo, quien no se moderniza muere. Esta es una situación que se evidencia en el transporte público en México en la modalidad de taxi, y más con la presencia de Uber en algunas de las principales ciudades del país”, exponen Yasmín Hernández y Raúl Galindo en su investigación al respecto. A pesar de que resulta complicado rechazar los evidentes beneficios de la aplicación para el consumidor, debido a la comodidad, la seguridad y la calidad del servicio que proporcionan, especialistas en el tema han destacado la necesidad de la regulación de este servicio en el marco de una política integral de movilidad en el área metropolitana. Debido a que el mercado no es debidamente regulado por las autoridades del Estado, empresas transnacionales como Uber tienen la posibilidad de eliminar a sus competidores locales ofreciendo precios económicos, avances tecnológicos y experiencias cómodas a sus consumidores. Sin embargo, una vez que sus competidores en el sector del transporte han sido derrotados por el modelo empresarial que se adapta a los requerimientos del consumidor moderno, la empresa tiene la posibilidad de acrecentar los costos de su servicio sin que existan competidores, normativas, regulaciones o impedimentos. Así, en los últimos años no han existido restricciones para la empresa en términos de regulación de los esquemas tarifarios, es decir, limitar lo que puede cobrarse a las personas por viaje, situación que podría incrementar con el tiempo.