Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Madereros de Michoacán piden ser tomados en cuenta como ocupación esencial. La parálisis de actividades, producto de las medidas de aislamiento físico por la pandemia, han golpeado el sector; advierten no se ha valorado la necesidad de seguir produciendo y comerciando este producto, pues se trata de un insumo clave para otros rubros e industrias. Así lo expresó Roberto Molina Garduño, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Madera (Canainma) en Michoacán, quien recordó que la madera no únicamente se usa para hacer muebles, sino que forma parte de las cadenas de proveedurías más importantes de la región y el país para diferentes industrias. “La verdad es que todo el sector está con incertidumbre, porque a pesar de que somos la materia prima para las actividades esenciales, no nos dan la oportunidad de trabajar de una manera más normalizada ante esta situación de crisis”, apuntó el empresario michoacano. En este sentido, comentó que desde antes de que se autorizará a la construcción, minería y sector automotriz para agregarse al grupo de actividades económicas dentro del llamado sector esencial, ya habían mandado su pronunciamiento a la Federación de que se contemplará está actividad como esencial, “pero lamentablemente no lo hemos logrado”. En Michoacán, son cientos de productores que mantienen una industria que da trabajo a miles de personas, tanto de manera directa como indirecta. La zona del Oriente michoacano, cerca de la reserva de la Mariposa Monarca, y la Meseta Purépecha son los dos más grandes proveedores de la región, que alimentan con el insumo madera a diversos sectores e industrias tanto en Michoacán como en entidades aledañas como Guanajuato, Estado de México y la Ciudad de México. “Y es que la Gobierno Federal debe comprender de la utilidad que tiene el sector”, comenta Roberto Molina. “Por ejemplo, somos materia prima en la construcción y en el embalaje para la entrega de los medicamentos”, algo que no se ha tomado en cuenta por ninguna autoridad. Y aunque se puede pensar que hacer muebles no es esencial, sí lo puede ser para equipar fábricas, oficinas, complejos industriales y dependencias de gobierno, entiendo que todo esto vuelve el proceso “complejo y tardío”. Explica el empresario que “los que se dedican a la fabricación de muebles tienen que comenzar a elaborar con dos y hasta cuatro meses de anticipación, dependiendo de los pedidos que se tengan”. Ante ello, recordó que la temporada más importante para el sector maderero es el último cuatrimestre del año, por lo que por el momento es muy complicado adelantar si el cierre de ciclo será malo o si éste se podrá recuperar durante los últimos cuatro meses del 2020, toda vez que esperen que muchos de los pedidos se retomen, incluso con carácter de urgencia, por lo que podrían tener mucho trabajo hacia el fin del 2020. Precisamente, ante la cantidad de pedidos que se pueden acumular y la necesidad de no retrasar toda la cadena de proveeduría es que insisten en ser contemplados dentro de las actividades esenciales. Sin embargo, reconoció que otro problema que avizoran es el cómo se regresarán a la laborar, puesto que les preocupa las condiciones sanitarias con las que deberá contar el personal de los talleres y de los aserraderos. Finalmente, recordó que la principal red de comercio que tiene Michoacán al interior de la República Mexicana es con el Estado de México, Ciudad de México, Guerrero, Jalisco, Morelos, Querétaro, así como Guanajuato. Además de que el estado cuenta con alrededor de 6 mil aserraderos en 54 municipios. Si bien no ofreció detalles de probables pérdidas, debido en gran medida a la confianza de la recuperación del sector tras la pandemia, sí alertó que logística de mantener detenidos a los madereros por más de 60 días sí puede representar pérdidas en tiempo y dinero para con otros sectores.
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