Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia. Michoacán es poco competitivo. Tanto el IMCO como Banorte ubican a la entidad entre las menos atractivas para invertir y con limitadas condiciones para sacar provecho de la tendencia de la relocalización de plantas industriales (nearshoring). Los reportes de los organismos privados contrastan con los discursos oficiales y refieren que Michoacán, a pesar de las ventajas logísticas y geográficas que el gobierno estatal asegura que tiene, se encuentra muy por debajo de otras entidades en cuanto a su posibilidad de levantar interés para la apertura de nuevas empresas. Primero, el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) coloca a Michoacán en lugar 28 de entre las 32 entidades del país dentro de su Índice de Competitividad Estatal 2023; además, Banorte coloca al estado en la posición 20 dentro de su estudio Zoom Nearshoring. El Índice de Competitividad Estatal está compuesto por 72 indicadores 10 subíndices con los cuales se califica en seis niveles de competitividad; se trata de una herramienta para identificar las fortalezas y debilidades de las entidades y permite evaluar qué tan atractivas son para el talento y la inversión a partir de las condiciones de vida y de empleo en ellas. Salvo resultados aceptables en materia de medioambiente y economía, el IMCO considera que Michoacán contiene alertas importantes en buena parte de los indicadores y subíndices. El instituto resalta, por ejemplo, que la brecha salarial promedio en el estado es de 20 por ciento, por encima del 15 por ciento a nivel nacional. Cobertura académica limitada, bajo grado de escolaridad, pobre acceso a instituciones de salud y la elevada tasad de migración son también indicadores en donde Michoacán recibe mala nota. En materia del Estado de Derecho considera preocupante la cantidad de secuestros y ve señales de alerta debido a la alta cifra de homicidios dolosos, la elevada percepción de inseguridad y un bajo nivel de delitos denunciados. En el apartado de gobierno, Michoacán se encuentra en la posición 31 debido a la baja transparencia presupuestal y los magros avances en mejora regulatoria. El IMCO percibe también una elevada complejidad económica en sectores de innovación, la existencia de pocos centros de investigación, limitada Inversión Extranjera Directa, problemas de infraestructura, una maltratada red carretera y una altísima percepción de corrupción en el gobierno estatal. Con ello, Michoacán mejoró una posición este año, si bien el IMCO lo agrupa dentro de las entidades con competitividad baja y con mayores desafíos por resolver. En los seis primeros lugares están Ciudad de México, Querétaro, Nuevo León, Coahuila, Baja California Sur y Jalisco, en ese orden. Por su parte, el estudio de Banorte sobre condiciones para el nearshoring pondera que las entidades con fuertes lazos comerciales ya establecidos con Estados Unidos, con una cercanía geográfica, así como con una fuerte especialización de bienes esenciales para el desarrollo industrial para el mercado estadounidense serán los más beneficiados por esta tendencia. El informe otorga calificaciones según las condiciones generales para la posible atracción de empresas y plantas industriales y evalúa con 6.0 a Michoacán. Nuevo León (9.3), Chihuahua (9.1), Baja California (8.9), Tamaulipas (8.5), Coahuila (8.2), Sonora (8.1) y Querétaro (7.8), ocupan las primeras posiciones. “La expectativa del nearshoring es muy alentadora para México”, opina Heliodoro Gil Corona, analista del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM). De acuerdo a la estimación de Banorte en los próximos 5 años se lograrían ganancias cercanas a los 168 mil millones de dólares; un promedio anual de 33 mil 600 millones de dólares, sin embargo, no todas las entidades podrán captar estos beneficios. Apuntó que “el nearshoring beneficiará a economías estatales mejor preparadas generadoras de cadenas de valor industrial propensas a vincularse al comercio internacional”. Desde su visión, los estados con mayor aprendizaje desde el original TLCAN y ahora con el T-MEC serán los principales beneficiarios. “Los estados que han demostrado capacidad exportadora en manufacturas y con fuerte atracción de IED seguirán siendo las entidades que experimentarán mayor desarrollo económico y social”, concluyó.