Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Michoacán recuperó el primer lugar en cuanto a captación de remesas familiares. El Banco de México (Banxico) reportó que la entidad totalizó mil 223.7 millones de dólares durante el primer trimestre de 2024, para un magro repunte del 0.8 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, pero suficiente para colocarse en primer sitio en el listado nacional. En el segundo lugar se ubicó Guanajuato, con mil 177.8 millones de dólares, en tanto que Jalisco se mantuvo en la tercera posición, con un registro de mil 205.6 millones de dólares entre enero y marzo pasados. A la cuarta plaza escaló la Ciudad de México, que contabilizó un ingreso de mil 065.5 millones de dólares por este concepto, y en quinto puesto se puso Estado de México, con mil 031.2 millones de dólares. Estas dos últimas entidades presentaron los mayores repuntes, con incrementos por encima del 40 por ciento en captación. En cuanto a Michoacán, el Banxico detalló que la entidad aporta el 8.8 por ciento del total de las remesas familiares del país, en un contexto en donde cada vez más estados participan en la captación de esta derrama, la segunda más importante del país detrás solamente del valor de las exportaciones. A nivel nacional, México captó 14 mil 105.4 millones de dólares entre enero y marzo de 2024, apenas 0.9 por ciento por encima de lo logrado durante el primer trimestre del año pasado, por lo que, si bien se mantiene la tendencia alcista en las remesas familiares, también se acentúa la desaceleración en este recurso. Ingreso, clave para Michoacán “A nivel macroeconómico, las remesas, después de las exportaciones de mercancías, son la segunda fuente de ingresos externos más importante que recibe el país, mayor a la Inversión Extranjera Directa (IED), a las exportaciones petroleras y a las divisas por turismo extranjero”, ponderó sobre el tema Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM). El también profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) recordó que, por el lado microeconómico, “las remesas son ingresos frescos constantes -y compensatorios- que reciben las familias que en un 90 por ciento son destinados a las necesidades de vivienda, formación de patrimonio, educación de los hijos y la salud de los miembros del hogar”. “En los espacios locales, las remesas generan sinergias económicas que fortalecen los mercados internos; mueven el consumo y a los pequeños negocios en las comunidades”, valoró el académico nicolaita, quien destacó que, sin embargo, su efecto es diferente entre las distintas entidades. “La participación de las remesas a la economía nacional es significativa, pero son fundamentales para estados pobres como Michoacán, Chiapas, Oaxaca y Guerrero, principalmente”, en donde su importancia económica y social de las remesas ha sido plenamente acreditada, pues han evitado que más población caiga en condiciones de pobreza, deteniendo un mayor deterioro del tejido social. En el caso de Michoacán, las remesas se consideraron un capital importante en medio de la crisis por la pandemia de la COVID-19, por ejemplo, periodo en que se dispararon los envíos de dinero, particularmente desde Estados Unidos. “En especial las remesas continúan teniendo efectos multiplicadores locales en la producción agrícola y en general en los diferentes giros de las actividades comerciales por conducto de los micros y pequeños negocios asentados en los 113 municipios de Michoacán”, apuntó el analista del CEEM. Por ello, a diferencia de Jalisco y Guanajuato, donde las remesas juegan un papel económico secundario, para Michoacán son fundamentales, de ahí la relevancia de este comportamiento que, coincide el economista, se ha manifestado en una desaceleración de 2020 a la fecha.