Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Pese al volumen de la actividad del campo michoacano –líder nacional- y los dividendos que aparentemente otorga a buena parte de sus trabajadores, apenas el 10 por ciento de su fuerza laboral está compuesta por mujeres, por lo que persiste como uno de los rubros donde mayor diferencia sigue existiendo entre hombres y mujeres, tanto en oportunidades, como en cuestiones de ingreso y reconocimiento. En la actualidad, son poco más de 41 mil mujeres dedicadas al sector primario en Michoacán, de acuerdo con el último reporte del INEGI mediante la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), además de 4 mil 256 michoacanas enfocadas exclusivamente a la agricultura de subsistencia, es decir, siembran y cosechan en sus propias tierras para alimentar a sus familias. Si bien, con motivo del Día Internacional de la Mujer, la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua) reconoció la valiosa aportación de las michoacanas al campo, en términos generales su participación sigue siendo mínima, principalmente por el tradicionalismo y las costumbres que imperan en varias de las comunidades, en donde las mujeres siguen desempeñando oficios en su rol de género y no necesariamente de capacidad o necesidad de ingreso. La labor del campo sigue siendo un trabajo en donde los hombres no sólo trabajan, sino que dirigen, controlan y gozan de la enorme mayoría de sus ganancias. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que de 401 mil 565 personas en la entidad dedicadas a estas actividades, apenas 41 mil 812 son mujeres. De este universo de mujeres, el 29 por ciento, es decir, 12 mil 257 féminas, se encuentra en calidad de personal subocupado: trabajan un promedio de cinco horas diarias por causas ajenas a su voluntad y se encuentran generalmente en necesidad de más horas de trabajo, pues esto repercute directamente en su ingreso. En su inmensa mayoría, el 79 por ciento de mujeres que trabajan en el campo lo hace de manera asalariada, con un gran déficit todavía de prestaciones y formalidad laboral. Aunque en los últimos años se han integrado mujeres a la cadena productiva de varias de las cosechas más importantes, como berries y aguacate, según información de la Sedrua, la participación de las mujeres en Michoacán incluso se concentra principalmente en la producción de cultivos no tradicionales como yerbas aromáticas, hortalizas, ornamentales y productos orgánicos, que representan en buena parte de los casos más un trabajo de preservación cultural y de las tradiciones, que de auténtica ganancia. Al respecto, Rubén Medina Niño, titular de la Sedrua, resaltó que más allá de los números, el rol de la mujer en el campo y las actividades primarias ha sido clave, y en donde además de su colaboración a la economía destaca su participación crucial para el desarrollo rural de sus comunidades. Señaló que las mujeres también “se han destacado en los últimos años por asumir roles importantes en el sector pecuario y pesquero, además de dirigir ejidos, cooperativas y Sociedades de Producción Rural”. También han incursionado desde hace años en la comercialización y exportación de productos al mundo. Sin duda, las mujeres son una pieza muy importante ya que transforman los productos del campo, como la leche en quesos, yogures y otros derivados; a las frutas les dan valor agregado al caramelizarlos, convertirlos en néctares, jugos, mermeladas y licores por citar algunos”, agregó.
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