Redacción / La Voz de Michoacán Actualmente, en México más de 2 millones de niños realizan trabajos no permitidos en condiciones peligrosas y esa cifra se elevará dramáticamente a causa del COVID-19, alertaron organismos internacionales. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) aseguraron que millones de niños corren el riesgo de tener que realizar trabajo infantil como consecuencia de la pandemia. Esto, dijeron, propiciará un aumento del trabajo infantil por primera vez tras 20 años de avances. Refirieron que “en México, el 7.1 por ciento de los más de 29 millones de niños, niñas y adolescentes que tienen entre 5 y 17, lo que equivale a 2.1 millones, realizan trabajos no permitidos, como labores domésticas en condiciones no adecuadas”. “De ellos y ellas, 1.2 millones llevan a cabo trabajo clasificado como peligroso o con exposición a riesgos y 800 mil tienen menos de 15 años, la edad mínima de admisión al empleo según la legislación mexicana”, expusieron. La tasa de trabajo infantil, subrayaron, es casi el doble en las áreas rurales que en las urbanas, lo cual indica que la mayoría de los niños y niñas que trabajan lo hacen en el sector agrícola. Externaron que “el trabajo infantil, a nivel global, ha disminuido en 94 millones desde el año 2000, una mejora que ahora podría verse amenazada”. También advirtieron que los niños que ya trabajan podrían tener que hacerlo durante más horas, o en peores condiciones: “Muchos de ellos podrían verse obligados a realizar las peores formas de trabajo, lo que causaría un daño significativo a su salud y a su seguridad”, aseguraron. Sostuvieron que “habida cuenta de las graves consecuencias de la pandemia en los ingresos de las familias, muchas de estas, al no tener apoyo alguno, podrían recurrir al trabajo infantil”. El COVID-19, enfatizaron, resultará en un aumento de la pobreza y por tanto en un incremento del trabajo infantil, ya que los hogares utilizan todos los medios disponibles para sobrevivir. Algunos estudios aseguran que un aumento de un punto porcentual del nivel de pobreza conlleva un aumento del 0.7 por ciento o más del trabajo infantil. Refirieron que “hay cada vez más pruebas de que el trabajo infantil está aumentando a medida que las escuelas cierran durante la pandemia”. El cierre temporal de escuelas, apuntaron, afecta actualmente a más de mil millones de alumnos en más de 130 países, e incluso cuando se reanuden las clases, es posible que algunos padres ya no puedan permitirse enviar a sus hijos a la escuela. Como resultado, más niños podrían verse forzados a realizar trabajos peligrosos y de servidumbre, reiteraron. Sentenciaron que la desigualdad de género puede agudizarse, puesto que las niñas son particularmente vulnerables a la explotación en el sector agrícola y en el trabajo informal o doméstico. Con información de Agencia Informativa de México.