Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Pese a la reducción de las tasas de interés que recientemente realizó el Banco de México (Banxico) para dejarla en 11.0 por ciento y los ajustes que se prevén para el futuro, el costo del dinero seguirá siendo caro en el corto plazo. Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), advierte que no será sino hasta que la tasa de inflación se encuentre dentro del nivel objetivo (3.0 a 3.5 por ciento) que se empezará a bajar de forma gradual y continua la tasa de interés, por lo que aún faltaría al menos un año para observar un comportamiento más marcado en estos ajustes. Incluso, dentro de estos recortes, asegura el analista del CEEM que se llevarán a cabo a un ritmo “pausado” para “no sobrecalentar” la economía y mantener los fundamentales económicos sólidos que hasta el momento presenta la economía mexicana. En este contexto, el también profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) refirió que, “para los ahorradores e inversionistas a plazos a través de los instrumentos de la banca múltiple, los intereses continuarán siendo atractivos, como Cetes a 28 días y Fondos de Inversión”. Por el otro lado, no habrá mayores cambios para los financiamientos en general: “para los usuarios de créditos, para compra de vehículos, vivienda, fondeo a las MiPymes y consumo en general los réditos continuarán siendo costosos”, manifestó el académico nicolaita. Es decir, la reducción en la tasa de interés, aunque positiva en términos de que termina con un ciclo de política monetaria, deja claro que al menos por lo que resta del 2024 y parte del próximo año “el financiamiento para las personas, las empresas y los gobiernos seguirá siendo caro”. En su análisis del panorama actual y el que se espera para los próximos meses, Gil Corona aseveró que la economía mexicana se encuentra en el tránsito de la elección presidencial del 2 de junio y, más allá del posible resultado y de un perfil que se va decantando como aparente favorito, “los fundamentales económicos lucen sólidos”. Esto significa que el proceso comicial y el relevo en el Ejecutivo Federal y el Congreso de la Unión, quede quien quede, no debería impactar mayormente el buen momento de la actividad económica nacional. En su percepción, el escenario es de “un crecimiento robusto, se mantiene la estabilidad macroeconómica, las finanzas públicas son sanas, el mercado laboral es vigoroso y la inflación se reduce contribuyendo a la estabilidad de los precios clave”. Abundó que en este mismo tenor se encuentra la economía estadounidense, cuya elección presidencial se llevará a cabo el martes 5 de noviembre, entre Joe Biden y Donald Trump, en una contienda que se presume polémica y competida, y en donde, pese al buen momento económico, se asume como un tema que no gusta parta el votante de la actual administración. De cualquier forma, Gil Corona valora que “la economía estadounidense es firme, la nómina no agrícola es sólida, la tasa de desempleo registra niveles históricos debajo de 4.0% y la inflación se aproxima a la meta de 2.0%”. Una vez que se alcancen de ambos lados de la frontera las tasas objetivo de inflación es que habría ajustes más continuos a las tasas de interés, vaticinó el especialista del CEEM; “todo indica que la inflación se acercará en este año hacia las metas del Banco de México y la Reserva Federal de Estados Unidos”. Y, “una vez cumplido con el objetivo de reducción de la inflación, las tasas de interés de referencia observarán un nuevo ciclo de descuentos en México y Estados Unidos”, insistió. Adelantó que no se tratará de ajustes bruscos, sino que “la disminución de las tasas de interés será gradual para inducir un aterrizaje suave y no sobrecalentar la economía”, en tanto que el peso seguirá firme debido al diferencial entre las tasas de interés de referencia entre México y Estados Unidos,