Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Ante la degradación de los inmuebles históricos dentro de las zonas de monumentos en las ciudades declaradas como Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO, autoridades locales proponen incentivos fiscales para la compraventa y traspasos de inmuebles que faciliten la rehabilitación y rescate de los mismos. En el marco de la Cuarta Asamblea de Ciudades Patrimonio celebrada en Morelia, alcaldes de San Luis Potosí, Querétaro y otras urbes con centros históricos reconocieron el fenómeno de la degradación de los edificios como el principal enemigo a combatir, pues el abandono de los mismos genera que estén en muy malas condiciones cientos de inmuebles de la era colonial. Solamente en el Centro Histórico de Morelia se cuenta con poco más de mil 113 edificios, de los cuales 167 se encuentran en condiciones de abandono y de riesgos estructurales por lo que señalaron que condonar el impuesto de compraventa tendría la ventaja de atraer inversiones a dichos espacios. La propuesta, que será presentada en colectivo, fue sustentada y argumentada por el alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, quien destacó ante sus homólogos de otras entidades la urgencia de detener el deteriore del primer cuadro de sus respectivas ciudades. Y es que, a pesar del alto valor comercial, de propiedad y de construcción, los propietarios se topan con múltiples candados que les impiden vender, renovar o recuperar los espacios por lo que incluso se han detectado prácticas de “dejar que se caigan por sí solas” las estructuras. “Uno de los retos es que no se destruyan en el abandono las propiedades y esto vendría a generar inversiones y recuperar propiedades”, dijo. “De las mil 113 hay 167 que están en muy malas condiciones”, manifestó el alcalde de Morelia ante el resto de los ediles y los representantes de conservación de inmuebles”, explicó. GENTRIFICACIÓN, EL OTRO GRAN RETO Cuestionado sobre el fenómeno de gentrificación como elemento de desplazamiento de población, el gobierno municipal de Morelia justificó que actualmente las estrategias para generar polos de desarrollo han permitido presuntamente descentralizar la actividad turística, que ha encarecido las zonas céntricas y expulsado a sus antiguos habitantes.. En voz de Martínez Alcázar, actualmente la Ruta del Mezcal, la tenencia de Capula, las comunidades rurales y otros puntos han repuntado en la atracción de turismo. No obstante, la mayor parte de las actividades se siguen concentrando en el centro. “Tiene que ver con turismo, porque como ustedes han visto, que es una de las actividades que se ha recuperado más rápido, pues representa empleo. Estamos dando más alternativas, creemos que el gancho es el Centro Histórico, pero estamos generando experiencias, que pueden vivir la experiencia de la Ruta del Mezcal, los tres campos de golf, tenemos Capula, arte sacro y muchas otras experiencias”, explicó. Pese al discurso oficial, Actualmente suman casi 50 mil morelianos que han sido expulsados del Centro Histórico de Morelia en solo dos décadas. Antros, bares, marchas, plantones y otros fenómenos diezmaron a la población del primer cuadro. A pesar de los señalamientos de especialistas sobre el fenómeno, los problemas del primer cuadro no han sido atendidos. En marzo de este año el Instituto Municipal de Planeación (Implan) realizó otro estudio que arrojó que más del 70 por ciento de los colonos del primer cuadro se han mudado de las antiguas casonas del Centro. Por un lado, el exceso de ruido, falta de lugares de estacionamiento, consumo de bebidas alcohólicas, alto costo de mantenimiento y dificultades para acceder en términos de movilidad, son las causas materiales del éxodo de población de la colonia más antigua de Morelia. Asimismo, en las cuestiones intangibles, la edad de los colonos, las dificultades económicas y otros aspectos siguen matando a la vida social orgánica del Centro Histórico que ha preferido erigirse como patrimonio histórico de la humanidad que disfrutan más los turistas que los locales. Las casas que se han ido desocupando poco a poco han sido reemplazadas por giros rojos que a su vez complican la coexistencia de colonos, por lo que el círculo vicioso no se ha podido detener en los últimos 20 años. Las personas que se han aferrado a vivir en la colonia centro, son personas que tienen propiedades que datan de varias generaciones atrás y hasta 300 años de antigüedad, no obstante, la especulación, el alto costo de los mantenimientos, así como la llegada de miles de comercios han desplazado a la población de esta zona.