Abril García / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El 67% de los usuarios han revelado no saber qué es la gentrificación o considerar que no se trata de un problema importante, acorde con los resultados de una encuesta realizada por La Voz de Michoacán. A través de una pregunta compartida en las redes sociales sobre este tema, las respuestas de los usuarios revelaban el desconocimiento o la despreocupación alrededor de esta problemática. Únicamente el 33% manifestó tener una noción al respecto. Los procesos de gentrificación suceden cuando un flujo de personas ricas desplaza a los habitantes pobres al mudarse a sus zonas de residencia. Este fenómeno acrecienta los costos de las rentas de las viviendas, los servicios básicos como el agua y de los espacios de recreación. La gentrificación se refiere a cómo una población ubicada como clase baja es reemplazada por otra de nivel más alto, a consecuencia del incremento de los costos de renta, vivienda y servicios, acorde con el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP). Así mismo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) define a la gentrificación como la expulsión de los sobrevivientes de las ciudades por el alza de los costos de vida. Esto deriva de las múltiples intervenciones las ciudades por parte de grupos gubernamentales o empresariales, que sitúan al turismo como una solución rápida a las problemáticas económicas del territorio, sin considerar sus efectos a largo plazo. En México, no existen marcos normativos en materia de regulación de los catalizadores de la gentrificación, como es la falta de regulación de plataformas digitales que ofrecen hospedaje o de documentos requeridos para ingresar al país sin contribuir con pago de impuestos. Estos factores, ocasionan que resulte sencillo y conveniente para los extranjeros mudarse a las ciudades mexicanas, acrecentando los costos de vida de los habitantes. La gentrificación en México Entre los casos conocidos de este fenómeno, destacan el caso de la modelo que pidió que dejaran de darle dinero a los organilleros en la Ciudad de México y los huéspedes de los hoteles de las playas de Mazatlán que exigieron que dejaran de tocar banda. Sin embargo, se trata de un problema serio como en el caso de Oaxaca, donde la actividad turística y el sector empresarial lucra con los recursos naturales, las expresiones culturales y la mano de obra de las comunidades oaxaqueñas. Este fenómeno ha ocasionado diversos problemas para la población originaria de la zona durante varios años, entre los cuales destacan la precarización laboral, la falta de acceso al agua y el plagio de los textiles tradicionales. El caso de Morelia Para numerosos extranjeros que se han mudado a México en su búsqueda de una vida económica, Morelia se trata de una ciudad llamativa por su arquitectura colonial, sus rentas baratas y sus actividades culturales. En el Centro Histórico de Morelia, ha habido una disminución del 70% de las personas que tienen el suficiente capital para costear una renta. Tras la llegada de grupos turísticos a la ciudad y la remodelación de inmuebles para negocios como cafeterías, hoteles, bares y restaurantes, las casas ya no son un espacio que pueda ser habitado. El Gerente del Centro Histórico de Morelia, Gaspar Hernández Razo, detalló que esta problemática se concentra en tres barrios: el de San Juan, el de San José y el de Capuchinas. “Eran 61 mil personas en el centro y ahora son 18 mil”, admitió.