Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Con una superficie destinada menor y un repunte del 0.6 por ciento inició el 2023 para la producción de aguacate en Michoacán. Datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) detallan que durante el primer mes del año se contabilizaron 164 mil 224 toneladas del fruto, que en buena parte se destinaron a la exportación con motivo del Super Bowl, una de las temporadas más prósperas para la venta del fruto. También, por primera vez en más de tres décadas, la superficie destinada sufrió una ligera baja en sus hectáreas lícitas destinadas; el SIAP contabilizó 179 mil 914 hectáreas que se emplearán este año para el cultivo del llamado “oro verde”, contra las 183 mil 385 que se usaron en 2022, una disminución de casi 2 por ciento. Actualmente el aguacate michoacano está en la mira debido a una querella internacional iniciada en el marco de las normativas a las que México se apegó en materia ambiental con el T-MEC, lo que ha obligado al gobierno estatal a actuar en dos rutas: en primer lugar, la recertificación de las huertas aguacateras realmente sustentables, así como una veda forestal que –en teoría- impediría el establecimiento de nuevas huertas en detrimento de los bosques michoacanos. Y es que una nueva controversia legal surgió apenas hace un par de semanas debido a que un particular presentó una queja ante la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) alegando una flagrante falta de protección de los recursos forestales e hídricos derivados de la producción de este fruto. El peticionario, de quien se ha omitido su identidad, asevera que existe un costoso impacto ambiental y una grave deforestación por la ininterrumpida expansión de las plantaciones del aguacate, en tanto que México –y en particular Michoacán- no ha respetado las disposiciones constitucionales, federales e internacionales enfocadas en la evaluación del impacto ecológico, la conservación de los bosques, el desarrollo sustentable, la calidad del agua, el cambio climático y la protección del medioambiente. Sembrar o no sembrar, he ahí el dilema La administración estatal reaccionó inmediatamente para poder evadir cualquier riesgo de veto al fruto, admitiendo que cualquier medida que se tome requiere tanto el freno del avance voraz de los productores (y por ende el cambio de uso de suelo), así como abonar a prácticas sustentables, toda vez que el aguacate ha sido también señalado como grave agente de deterioro ecológico. Uno de los ejemplos más claros es Tacámbaro, que se ha convertido ya en el máximo municipio productor de aguacate, por encima incluso de Tancítaro y Uruapan. Este aumento notable ha venido acompañado del señalamiento de una crisis hídrica en la región: en la cabecera municipal todas colonias sufren de cortes de agua durante varias horas al día, en tanto que los afluentes cercanos prácticamente están secos, a esto se suma un escenario natural que ha cambiado a enormes plantaciones de aguacate. Este año Tacámbaro ha iniciado “moderadamente”, con una producción por encima de las 13 mil toneladas en enero y 17 mil 357 hectáreas destinas al “oro verde”. El año pasado se emplearon 24 mil 526 hectáreas Otras demarcaciones, en cambio, no tuvieron recorte de hectáreas. Tancítaro, segundo máximo productor, mantiene las 24 mil 805 hectáreas destinadas en 2022 para el presente ciclo, mientras que Ario, tercer lugar, aumentó su superficie destinada de 16 mil 514 hectáreas a 19 mil 654 para el presente año. Ruta orgánica, la clave De acuerdo con Alejandro Méndez, titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Secma) de Michoacán, la única producción que está completamente blinda y cumple todos los parámetros ecológicos y fitosanitarios para su exportación es la orgánica. No obstante, de los 1.9 millones de toneladas de aguacate en la entidad, apenas el 4.5 por ciento de la producción es orgánica. La ventaja de los productos orgánicos es que cumplen sin problema con todos los criterios ambientales y de fitosanidad que se solicitan para su exportación hacia Estados Unidos, Canadá y Europa, valoró en entrevista reciente con La Voz de Michoacán el funcionario. “La producción de aguacate orgánico, aunque va a la zaga, es la alternativa que puede salvar la producción agrícola, pero, aunque somos el principal estado en producción agrícola, somos el tercero en producción orgánica”, sentenció.