Salida de Monarcas dejaría pérdidas por 4.5 mil mdp al año y afectaría a 9 mil fuentes de empleo

Representantes de la iniciativa privada y analistas coinciden en que la partida de Monarcas afectaría gravemente la economía de restaurantes, bares y tiendas de Morelia.

Foto: Christian Hernández, La Voz de Michoacán.

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. La mudanza del Monarcas Morelia a la ciudad de Mazatlán, Sinaloa significaría una pérdida de por lo menos 4 mil 500 millones de pesos anuales, además de la merma en 9 mil fuentes de empleo formal e informales, tanto aquellas relacionadas con el club y el Estadio Morelos como las que dependen indirectamente en gran medida de los juegos del equipo de futbol semana con semana.

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A ello se le suma el quebranto casi por completo en el valor de una marca que, de acuerdo con Forbes, está tasada por encima de los 42 millones de euros, incluyendo el capital humano y la infraestructura, pero en donde la parte más afectada sería la referencia geoturística y de pertenencia gregaria, reconocida no sólo en México, sino en prácticamente todo el continente y varias partes del mundo.

Representantes de la iniciativa privada y analistas coinciden en que la partida del Monarcas Morelia sería lamentable, no sólo porque el equipo se ha vuelto, sin duda, un objeto de propiedad e identificación colectiva, sino porque representaría un golpe irreparable a las finanzas y el ingreso de miles de morelianos en rubros que van desde los alimentos hasta las tiendas de ‘souvenirs’ y productos deportivos.

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‘Goleada’ a los comercios

Cada partido de los rojiamarillos representaba ocupaciones del 100 por ciento en buena parte de restaurantes y bares de la capital, así como una derrama importante en general para la venta de alimentos y las propias tienditas. Así lo refiere, Alejandro Hernández Torres, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en la entidad.

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En casa o de visitante, el llamado Equipo de la Fuerza movía mucha gente que se trasladaba algún negocio para poder apreciar el juego, ya fuera de casa o visitante, con el agregado de que los partidos de Liguilla traían incluso sobrecupos en muchos de los locales y se convertían en una especie de ‘temporada alta’

Alejandro Hernández añadió que, con la ya casi inminente partida de Monarcas Morelia, la crisis económica se agudizará, “y es que es importante recordar que el sector de servicios, como el de todas las actividades económicas, se han visto afectadas por la pandemia del coronavirus”. La noticia de la mudanza del club son malas noticias dadas en el peor momento.

Simplemente el círculo de restaurantes, bares y hasta tugurios instalados en las cercanías del Estadio Morelos perderían buena parte de sus ingresos. Un partido de local de Monarcas podía significar entre el 30 y hasta el 50 por ciento del capital captado en una semana.

Por su parte, Alfonso Guerrero, presidente de la asociación Vecinos del Centro Histórico (Covechi), coincide en que la eventual salida del Monarcas de la capital michoacana sería “lamentable” en términos financieros, pues el equipo alimenta de manera indirecta las ventas en tiendas, además de comentar que, generalmente, “si le va bien al Monarcas, generalmente les va bien a los comercios”.

Expertos señalan que el círculo de restaurantes, bares y hasta tugurios instalados en las cercanías del Estadio Morelos perderían buena parte de sus ingresos.

Comentó que “Monarcas cuenta con una afición leal, lo que se reflejaba cada viernes de juego en el estadio, en los restaurantes, en los bares y hasta en las reuniones en casa con los amigos”. Este efecto “permitía de manera paralela dinamizar la economía local, no sólo en la capital del estado, sino de todos los lugares donde se encontraba un aficionado”, que en el estado eran muchos.

En este sentido, Alfonso Guerrero subrayó que, independientemente de si Monarcas jugaba como local o como visitante, los centros de convivencia en la capital del estado siempre estaban llenos, aunque aseguró que en la asociación nunca se dieron a la tarea de medir el impacto real que este movimiento dejaba, pero era fácilmente visible con establecimientos llenos y ventas a tope.

Agregó que tanto el comercio formal como el informal se movían gracias a los partidos del Monarcas muchos kilómetros más allá de las inmediaciones del Estadio Morelos, “porque están desde los que venden un suvenir, ropa deportiva y hasta los hoteles (con los hinchas y equipos rivales)”.

Afecta a todas las cadenas comerciales

Finalmente, Heliodoro Gil Corona, académico e investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas de Michoacán (CEEM) asevera que “los daños económicos vinculados al futbol profesional serían irreversibles en la entidad”, aunque quizá la mayor afectación a largo plazo se daría en el terreno social.

“Muchos jóvenes con base en esta actividad deportiva han fincado sus proyectos aspiracionales de mejora familiar, anhelando a ganar buenos ingresos, contar con comodidades económicas, disponer de bienes suntuarios e incluso ser un atrayente y motivo de referencia en la sociedad local. Pues bien, todas estas expectativas de proyectos de vida para los muchos jóvenes michoacanos se cancelaron”, afirmó.

El CEEM calcula que el equipo representa, en escenario menos grave, 4 mil 500 millones de pesos que se movían tanto en la economía formal e informal, en los sectores de comercio y servicios turísticos, principalmente.

A los mil 500 empleos directos e indirectos que se dan en el club y su estadio, habría que sumarle otros 7 mil 500 que podrían desaparecer en otro tipo de negocios, sobre todo restaurantes, bares y tiendas cercanas, que con la desaparición del equipo también peligran en ver desaparecida su fuente principal de ingresos.

El costo económico del éxodo del club “iría en detrimento de las condiciones socioeconómicas del municipio de Morelia y de la entidad, que afectará de manera adversa las actividades vinculadas al turismo, el transporte y el comercio tanto formal como informal”.

La migración del Morelia a Sinaloa le pegaría en forma directa a la marca Monarcas asociada al nombre de la ciudad capital y a uno de los distintivos clave geoturisticos del país, “una marca fue fraguándose con la participación de empresarios michoacanos, el gobierno estatal y los ciudadanos aficionados”, pero que carecería de la mayoría de su valor con sólo moverla de sede. El equipo era el tercer mejor cotizado en la Unión Americana ante la cantidad de michoacanos en ciudades como Chicago.

“Claro que hay consecuencias materiales”. Los hoteles, moteles y diversos lugares de alojamiento, las fondas, puestos de tacos y alimentos rápidos, hasta expendios de cerveza, cantinas, bares y centros nocturnos, además de los distintos productos y bebidas que se expenden en el interior del estadio, tendrán que adaptarse a su propia ‘nueva normalidad’ sin el Monarcas.

“Bajarán los flujos de pasajeros de ciudades del interior del estado y municipios de entidades vecinas de Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes y de la Ciudad de México. Incluso habrá una disminución de consumo de productos de los aficionados que se trasladaban en vehículos particulares, que va desde el suministro de gasolina, compra de alimentos y bebidas, cigarrillo y botanas hasta gastos en cervezas y bebidas alcohólicas”. Es decir, los sitios de alojamiento, el pequeño comercio, las grandes marcas patrocinadoras de publicidad fija, semifija y de marketing mediante medios de comunicación electrónica y digital, y hasta el transporte, dirán adiós a este negocio en Michoacán, concluye el economista.