Maricruz Ríos / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Las pequeñas tiendas de la esquina resisten el llamado ‘efecto coronavirus’ y se mantienen vendiendo pese a crisis económica debido a la estrategia de aislamiento social por la pandemia de COVID-19. Desde refrescos y cervezas, pasando por galletas, sopas instantáneas y hortalizas, varios de estos locales incluso ofrecen ahora una mayor gama de productos de higiene como jabón, pastas de dientes y hasta gel antibacterial casero para mantenerse no sólo abiertas sino funcionales. Locatarios de distintos puntos de Morelia refieren que si bien la afluencia de gente ha bajado conforme avanzan las semanas de la emergencia sanitaria, siguen vendiendo y obteniendo ganancias para mantenerse operativas y servir como un punto de abastecimiento de alimentos e insumos básicos para las familias de las calles aledañas. Gustavo, un comerciante de la colonia Agustín Arriaga Rivera, señala que en las primeras semanas sus ventas incluso aumentaron, aunque conforme pasan las semanas recibe menos gente. No obstante, considera que el margen de ganancias sigue siendo aceptable, además de que ante la contingencia son tienditas como la suya el principal punto de abastecimiento de los vecinos, que no tienen la facilidad de ir a los grandes supermercados o hay incluso temor de asistir a los grandes centros comerciales. Refiere el locatario que incluso los primeros días vendió mucho más, a tal grado que tuvo que resurtir todo el abasto de su tienda un par de veces en un par de semanas e introducir algunos productos que la gente estaba solicitando. Según sus cálculos, las primeras dos semanas subieron sus ventas hasta en un 20 por ciento, aunque el pasar de las semanas y de los casos de COVID-19 van mermando las visitas. La ventaja, asegura, es que los vecinos no se llevan ya sólo un refresco, sino que generalmente consumen más de 150 pesos en diversos productos. Adriana, con una tiendita en Indeco, se manifiesta en un sentido similar. Las ventas no empezaron a bajar sino hasta la última semana, pero pese a ello considera que sigue siendo rentable mantener la tienda abierta, toda vez que los mismos vecinos le han pedido de favor que no cierre. Señala que a la oferta tradicional ha agregado más fármacos de uso no regulado, como aspirinas y pastillas para malestares en padecimientos menores de vías respiratorias o dolor estomacal, entre otros. Vecinos piden que sigan vendiendo Francisco es dueño de una tiendita en Bosque Camelinas, comenta que la afluencia ha bajado notablemente cada quincena, pero el volumen de venta no tanto en algunos productos como galletas, cereales y sopas instantáneas. En las últimas fechas también ha surtido una mayor cantidad de frutas y verduras, lo que tuvo buena respuesta de los compradores. Lo que más se ha dejado de vender, comparte, son las cervezas y botana, sobre todo en los fines de semana, “pero se ha compensado con otro tipo de productos que se vendían menos, como pasta y cepillos para los dientes”. Sobre tener que detener actividades, se ve confiado en que no sea así, pues pese a tener un par de supermercados como competencia cercana, ve que varios vecinos han tenido preferencia por su tiendita, especialmente en esta contingencia