Agencias / La Voz de MichoacánMéxico. Se abrió un nuevo capítulo en la saga protagonizada por la creadora de Harry Potter. Escritores, actores e intelectuales del Reino Unido se aliaron ahora para defender, en una carta pública, a J.K. Rowling. Según la declaración, que sigue cosechando adhesiones en redes sociales, Rowling ha sido objeto de una campaña de desprestigio y odio en redes sociales y medios de comunicación por sus posturas sobre el debate en torno a la identidad de género, que fueron calificadas de transfóbicas. La reacción de colegas y simpatizantes de Rowling tuvo lugar luego del ominoso hashtag #RIPJKRowling que activistas y personas disgustadas con las posiciones de la escritora impulsaron en plataformas como Twitter. Los escritores Ian McEwan, Lionel Shriver, Susan Hill, Aminatta Forna, Simon Edge y Tom Stoppard, además de actrices, músicos y periodistas británicos, sellaron a su apoyo a la escritora en una carta y la compartieron en redes con el hashtag #IStandWithJKRowling. "J.K. Rowling ha sido objeto de una avalancha de abusos que destaca una tendencia insidiosa, autoritaria y misógina en las redes sociales", destacaron los 58 firmantes de la carta publicada ayer en el semanario The Sunday Times. "Como a muchos otros, me horrorizó el trato grotesco a J.K. Rowling, quien ha recibido el abuso más vil por atreverse a desafiar la ideología de género extrema", dijo Edge a ese medio británico. Hoy, en su cuenta de Twitter, Rowling se mostró "extremadamente agradecida" con los firmantes de la carta, porque expresaban "solidaridad con todas las mujeres que actualmente defienden sus propios derechos y enfrentan amenazas de violencia e incluso la muerte". Además, agradeció a las "miles de personas" que le habían manifestado su apoyo en tuits y mensajes personales. También en esta jornada, el actor Eddie Redmayne condenó las amenazas de muerte y otras atrocidades que ha recibido Rowling en las últimas semanas y volvió a expresar su apoyo a la comunidad trans. La nueva avalancha de críticas a Rowling, que incluyó un pedido de "cancelación" o "muerte simbólica", sobrevino luego de la publicación de la quinta entrega de la serie del detective Cormoran Strike, que la autora firma con el seudónimo de Robert Galbraith. En el momento del lanzamiento de la nueva novela, varios lectores advirtieron que el asesino serial de Troubled Blood podía ser caracterizado como una persona trans, porque se viste de mujer a la hora de liquidar a sus víctimas, como pasaba con el protagonista de Psicosis, clásico de Alfred Hitchcock; el asesino del film Vestida para matar, de Brian De Palma; de El silencio de los inocentes, película de Jonathan Demme, e incluso con uno de los psicópatas de la serie Mindhunter, que se puede ver por Netflix. Un recurso narrativo habitual en las letras desde tiempos de William Shakespeare empieza a ser visto con otros ojos en el siglo XXI. En solo cinco días y pese a que algunas librerías habían anunciado que dejarían de comercializar las novelas de Rowling y de su álter ego masculino, la editorial londinense Sphere Books informó que se habían vendido más de 65.000 ejemplares del thriller Troubled Blood. En las listas de libros más vendidos de grandes cadenas de librerías locales, varios títulos de la serie del niño mago, como Harry Potter y la piedra filosofal y Harry Potter y la cámara secreta, aparecen, imbatibles según pasan los años, entre los primeros puestos. "Sus puntos de vista contribuyen a un debate público muy tóxico que se basa en la fobia a las personas transgénero y sus derechos, más que en las realidades", señaló la escritora y activista trans Owl Fisher luego de la publicación de la carta. El mes pasado, Rowling devolvió un premio a la organización de derechos humanos Robert F. Kennedy, que le había sido otorgado en 2019, luego de que el presidente del grupo, Kerry Kennedy, condenara los tuits de la autora de Harry Potter, al considerarlos "transfóbicos" y "preocupantes". En una declaración que se puede leer en la página web de la autora, publicada a inicios de junio, Rowling rechazó las acusaciones de transfobia a la vez que reafirmó su postura crítica sobre el "modelo afirmativo" de género y se manifestó "preocupada por el enorme aumento en el número de niños que desean 'transicionar'". También agregó que el activismo trans estaba haciendo "un daño comprobable al tratar de erosionar a la 'mujer' como clase política y biológica y ofrecer un encubrimiento a los depredadores".