Agencias/La voz de MichoacánRío de Janeiro. Cerca de 27 años después del cierre del Cine Lagoa Drive-In, el último autocine que funcionó en Río de Janeiro, esta ciudad brasileña volverá a contar con el servicio que permite disfrutar de cine en pantalla grande sin salir del automóvil como una estrategia para eludir el coronavirus. Al menos dos proyectos prevén el regreso de los autocines a Río de Janeiro, el primero de los cuales abrió este miércoles una taquilla virtual para quien quiera reservar entradas para los espectáculos que ofrecerá a partir del 28 de mayo. Se trata del Lovecine, un autocine montado por la empresa Party Industry que ofrecerá películas, espectáculos artísticos y conciertos de pinchadiscos en el aparcamiento de la Jeunesse Arena, uno de los gimnasios del Parque Olímpico que Río construyó para los Juegos Olímpicos que organizó en 2016. El lugar fue escogido por estar totalmente al aire libre, lo que dificulta la transmisión del virus; por su tamaño, que permite atender hasta 180 vehículos, y por carecer de árboles, postes o cualquier otro elemento que limite la visibilidad. "Ya vimos numerosos espectáculos al vivo en internet y miles de series y la pandemia sigue lejos de llegar a su fin. Llegó la hora de promover el primer y único encuentro posible", aseguran los organizadores del Lovecine en la página en internet en que pusieron a venta las entradas (www.lovecine.com.br). Según los creadores del evento, "el proyecto respeta todas las normas de la OMS" (Organización Mundial de la Salud) de distanciamiento y de prevención necesarias para impedir que la aglomeración de vehículos pueda convertirse en un lugar de posible contagio del COVID-19. Los organizadores aseguran que ya cuentan con todas las autorizaciones necesarias para funcionar pese a las medidas de distanciamiento social adoptadas por la alcaldía y por el gobierno regional de Río de Janeiro para combatir el nuevo coronavirus. Entre tales medidas, postergadas al menos hasta el 30 de mayo, destacan el cierre de todas las salas de cine y de teatro de la ciudad más emblemática de Brasil, la suspensión de todos los espectáculos artísticos y la prohibición de aglomeraciones. Además de una pantalla gigantesca y de un escenario para los espectáculos, los organizadores montaron un moderno sistema que permitirá que, mediante conexión por bluetooth, cada vehículo pueda acceder a las señales de sonido y hasta de vídeo del espectáculo. Como medida de seguridad sanitaria, los espectadores sólo podrán salir del vehículo para ir al baño. "Quien salga del coche será advertido. Si insiste será obligado a irse", según la organización. El autocine sólo dejará de funcionar en caso de que las autoridades adopten el llamado "lockdown" (aislamiento total), una medida que viene siendo estudiada por la gobernación de Río para frenar el creciente avance del número de muertos por coronavirus que ya puso en colapso al sistema hospitalario regional. Río es el segundo estado de Brasil más afectado por el COVID-19 en un país que se ha convertido en epicentro de la pandemia en toda América Latina y que hasta el martes contabilizaba 177.589 casos de la enfermedad y 12.400 muertos. La Fundación Ciudad de las Artes igualmente está montando las instalaciones para poner a funcionar a finales de mayo otro autocine en Río de Janeiro. Será en el estacionamiento de la Ciudad de las Artes, un centro cultural administrado por la alcaldía en la zona oeste de la ciudad, y tendrá capacidad para 150 vehículos. La idea se ha extendido a otras ciudades de Brasil y el Allianz Parque de Sao Paulo, el estadio del club de fútbol Palmeiras, también tiene planes para convertir su estacionamiento en autocine.