Agencias / La Voz de Michoacán México. Daisy Coleman fue una de las protagonistas de Audrie y Daisy (2016), uno de los documentales más abrumadores de Netflix que relata los casos de violación que sufrieron varias adolescentes. Daisy, que fue una de las víctimas que dieron testimonio y luego fundó una organización para la previsión del asalto sexual llamada SafeBAE, se suicidó a los 23 años. Audrie, la otra protagonista, se suicidó días después de su ataque en 2012. La madre de Daisy, Melinda, publicó la noticia de la muerte de su hija en Facebook dando a conocer que la policía encontró su cuerpo la noche del pasado sábado después de que ella llamara a las autoridades desesperada. “Era mi mejor amiga y una hija maravillosa” escribe. “Desearía haber podido quitarle el dolor. Nunca se recuperó de lo que esos niños le hicieron, no es justo” añade la madre. Coleman fue víctima de violación a los 14 años cuando estaba en una fiesta en Maryville, Missouri, en 2012, mientras un adolescente filmó el ataque en su teléfono móvil. Tras sufrir el asalto, la joven pasó horas en la intemperie a bajas temperaturas llevando solo una camiseta. Su madre la encontró en el porche de su casa. Su supuesto atacante, un joven de 19 años llamado Matthew Barnett, nieto de un exrepresentante estatal republicano, fue arrestado y aunque los cargos iniciales fueron de asalto sexual, más tarde fueron reducidos a un cargo por poner en peligro a una menor. Él se declaró culpable de dicho cargo declarando que el acto sexual había sido consentido. Terminó siendo sentenciado a tan solo cuatro meses de cárcel que luego se cambiaron a dos años de libertad condicional y tuvo que pagar $1.800 a la víctima. La familia de Daisy siempre acusó a las autoridades de reducir la condena debido a las conexiones políticas del joven en la zona. “A todos aquellos que me apoyaron, les prometo que lo que me pasó el 8 de enero de 2012 no me definirá para siempre” dijo Coleman en su testimonio en 2014. Sin embargo, tal y como muestra el documental, la vida de Daisy se tornó más difícil después de acusar a Barnett, sufriendo acoso escolar y llevándola a un intento de suicidio a los 16 años. Incluso tuvo que mudarse con su familia debido a las amenazas y acoso escolar que sufría. El caso logró obtener atención nacional gracias al documental de Netflix que además de contar la terrible experiencia de Daisy, también revelaba otro caso similar de 2012. El de Audrie Pott que fue asaltada en otra fiesta a los 15 años por compañeros del instituto que escribieron cosas obscenas en su cuerpo y la asaltaron estando inconsciente, tomándole fotos y haciéndolas circular por el colegio. Audrie se suicidó días más tarde sin haber llegado a contar a sus padres lo sucedido. Sin embargo, Coleman había reconducido su vida como superviviente de un ataque sexual creando SafeBAE en 2017, una organización para la prevención del asalto sexual. “Creo que la gente tiene cierta visión o percepción sobre mí y casos como este porque no están educados” dijo Daisy a People. “Es por eso que intentaré educar a las personas sobre lo que ocurre en nuestra sociedad” sentenció. Daisy solía dar charlas sobre su experiencia, intentando ayudar a otros jóvenes supervivientes de violación para que “se sintieran oídos y amados”. Según la organización, Daisy “batallaba con muchos demonios” que había estado enfrentando y superando pero “sanar no es un camino recto o fácil. Luchó por mucho tiempo y más duramente que cualquiera que conocemos” escribieron los responsables de SafeBAE tras conocer la noticia de su muerte. Ante de morir, Daisy estaba trabajando en un documental sobre su lucha y experiencia que se titulará Saving Daisy. Audrie y Daisy es un documental desgarrador y difícil de ver ante la terrible realidad que presenta, mostrando la exposición al acoso y bullying que sufren muchos adolescentes en EEUU a través de las redes o en el propio instituto. Además de ponerse de parte de la injusticia sufrida por Daisy.