Agencias / La Voz de MichoacánHan pasado ya dos años desde que Keith Richards decidió dejar de fumar para siempre, poniendo fin a un nocivo hábito al que había estado sometido durante más de cinco décadas. Poco antes, el propio músico confesaba que había moderado, y mucho, su consumo de alcohol a fin de ganar calidad de vida y recuperar energía para poder afrontar con garantías sus próximos conciertos con los Rolling Stones. En lo que respecta a la ausencia de nicotina y alquitrán en su organismo, el mítico guitarrista y compositor ha notado claramente los cambios que se desprenden de su nuevo estilo de vida. "Tengo más aire en los pulmones y lo noto mucho en la voz", ha celebrado el intérprete de 78 años a su paso por el podcast 'WTF with Marc Maron', en el que ha vuelto a incidir en lo satisfactorio de las medidas que ha tomado para proteger su salud. A mediados del año pasado, su buen amigo Ronnie Wood, integrante también de 'sus satánicas majestades', se encargó personalmente de informar a los fans de la banda sobre los sorprendentes progresos que había hecho Keith tras abrazar la sobriedad más absoluta, teniendo en cuenta que el artista había optado por afrontar el proceso con discreción y cautela ante el temor de sufrir alguna que otra recaída. "Que Keith lleve tanto tiempo sobrio es algo que todavía no acabamos de comprender, así que cruzamos los dedos. Pero sí creo que ha dicho adiós a todo eso, que ha enterrado esa etapa de su vida. A veces nos dice que le apetece esto o lo otro, pero entiendo que cada uno tiene su forma de hacer las cosas", afirmaba Ronnie.