Redacción / La Voz de Michoacán Texas, Estados Unidos. Un juez federal condenó a un hombre de Austin, Texas, a 30 meses de prisión después de que se declaró culpable de acechar y enviar cartas y correos electrónicos amenazantes al exsello discográfico de la estrella del pop Taylor Swift. Según los registros presentados en la corte federal, Eric Swarbrick recibió la sentencia durante una audiencia el miércoles en Nashville. Los términos de la sentencia, que también incluyen tres años de libertad supervisada, fueron acordados por los fiscales en un acuerdo de culpabilidad que Swarbrick firmó en 2019. De forma más concreta, este personaje comenzó a remitir una serie de cartas a las oficinas de la entonces discográfica de la artista, Big Machine Records, a fin de que el CEO de la empresa, Scott Borchetta, intercediera para propiciar un encuentro entre ambos. Ante el silencio exhibido por la firma, el contenido de las citadas misivas se tornó cada vez más "agresivo" y se vio acompañado de un fuerte "tono sexual". Por si eso no fuera suficiente, el citado Swarbrick se presentó hasta en tres ocasiones en las oficinas del sello discográfico, ubicado en Nashville (Tennessee), para entregar las mencionadas cartas en persona y también para tratar de acceder al edificio en busca de la estrella. Fue en una de esas 'visitas', el 2 de agosto de 2018, cuando se produjo su primera detención por parte de la policía metropolitana de la ciudad. El ya encarcelado Swarbrick, oriundo de Austin (Texas), habría enviado nada menos que 40 cartas a Taylor Swift durante el período en que se prolongó su acoso continuado, buena parte de ellas caracterizadas por expresiones machistas, degradantes y, por supuesto, violentas ante la indiferencia mostrada por la intérprete. https://twitter.com/MNPDNashville/status/1042809707671572480 La denuncia dice que Swarbrick envió más de 40 cartas y correos electrónicos a Big Machine Label Group en 2018, pidiéndole al director ejecutivo que le presentara a Swift. Con el tiempo, las cartas se volvieron más violentas y amenazadoras. Swarbrick siguió contactando a Big Machine Records después de su liberación. En ese entonces expresó su deseo de violar y matar a Swift. “Mi miedo a la violencia ha continuado en mi vida personal. Llevo vendajes QuikClot de grado militar, que son para heridas de bala o arma blanca”, escribió Swift en un ensayo de 2019 para Elle.