Explícale a tu tío: estas son las diferencias entre corridos tumbados y bélicos

A partir del narcocorrido han surgido nuevos sonidos que se mezclan entre sí, incluso con géneros que parecieran ajenos, como el rap y el dembow

Redacción / La Voz de Michoacán

El género musical de los corridos goza de una larga tradición en México, cautivando a los escuchas con sus relatos que evocan identificación o simplemente capturan la atención.

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Partiendo del narcocorrido, que tiene sus orígenes en grupos como Los Tigres del Norte, han surgido variantes populares, como el Movimiento Alterado en la primera década de este siglo y, más recientemente, los corridos bélicos y los tumbados.

El corrido tradicional se caracteriza por contar una historia con uno o varios personajes principales, abordando temas de interés general e incluso incorporando elementos poéticos y una tonalidad cercana a la balada.

Los corridos tumbados son una variante del corrido tradicional que fusiona elementos del hip-hop, como el rap y los cánticos. Sus temas abarcan desde excesos y fiestas, hasta relaciones de pareja y vida sexual.

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Esta movida se acerca más al estilo urbano incluso en la vestimenta. Ya que es con esta corriente donde se deja la formalidad del sombrero vaquero y las botas, lo que los músicos llaman “de gala”.

Los cantantes más fuertes de los corridos tumbados son Natanael Cano, Junior H, Ovi, Dan Sánchez, Fuerza Regida, Herencia de Patrones y otros. Que si bien son conocidos por abanderar el movimiento, rozan también con los conocidos “corridos bélicos”, pues se mezclan en duetos, tercias y otras colaboraciones, ya que aunque sean dos etiquetas, existen relaciones cercanas entre disqueras, productoras, compositores y grupos.

Por otro lado, los corridos bélicos combinan distintos ritmos, fusionando sonidos campiranos, del norteño y la banda y en ocasiones experimentan con otras fusiones. Suelen abordar la temática de la violencia, como sugiere su nombre.

Se ha mencionado que Luis R. Conriquez, el originario de Caborca, es quien ha tomado la batuta de los corridos bélicos, casi como una marca de su proyecto musical. Aunque existen otros intérpretes contemporáneos del sonorense que se acercan a esta etiqueta, como Peso Pluma. Unos que ya venían hace tiempo dando palos en la música norteña como Alfredito Olivas, Grupo Codiciado, El Fantasma, Adriel Favela. Y otros más recientes y que han avanzado duro como Peso Pluma, Eslabón Armado, Gabito Ballesteros, que se animan a fusionarse con otros sonidos y se han posicionado en el top global con varios éxitos.

Corridos bélicos, alabanzas bélicas y dembow bélico

Tanto ha sido el golpe con el tema de lo bélico, que incluso se han hecho alabanzas bélicas, donde se tocan versiones de clásicos cristianos y otros temas referentes a la religión, se ejecutan con elementos de la armonía bélica: trombones, charchetas, tololoche y bajo sexto.

El culpable de las alabanzas es Carlos Anderson, también conocido como “El Obama”, quien comenzó su carrera de forma humorística adaptando canciones cristianas al estilo bélico. Sin embargo, recientemente ha dado un paso más allá al lanzar un álbum musical completo, en Volumen I y próximamente el volumen II.

Del mismo modo, en las últimas semanas se ha viralizado en redes sociales el Dembow Bélico, mezclando la temática sinaloense con los sonidos clásicos de un dembow, el sonido jamaiquino precursor del reguetón. Ya se ha grabado una versión con Luis R. Conríquez al lado de Tito Double P, Joel De La P, compositores del tema.

La palabra “bélico” se ha plasmado en las canciones de los mayores cantantes del subgénero. Varios artistas del género han utilizado el término en canciones que han sido muy bien recibidas por los fanáticos de la música “arremangada”. Entre ellos destaca el Grupo Arriesgado, quienes interpretan la canción “Bélico”. También tenemos a Peso Pluma y Raúl Vega, quienes lanzaron la canción “El Belicón”, con la frase “El que no se mueve sin traer convoy”. Luis R también cuenta con otra canción titulada “Dicen que soy bélico”, que grabó junto a Marca MP. Todo esto gracias a Kartel Music, la discográfica con la que colabora el caborquense.