Agencias / La Voz de MichoacánLa adicción a la bebida y las drogas de Ozzy Osbourne comenzó en la década de 1970 y ha dejado para la historia algunas de las anécdotas más alocadas de la industria discográfica. Su compañero de banda Geezer Butler ha revelado una serie de historias escandalosas sobre el músico en su nuevo libro, incluyendo cuál era el truco que se sacaba de la manga en las fiestas para dejar impresionados -y escandalizados- a todos los presentes. Algunas personas hacen acrobacias, otras demuestran su capacidad para ingerir grandes cantidades de alcohol, pero el líder de la banda de rock era capaz de hacer algo mucho más inesperado: "defecar a voluntad" en cualquier lugar. En una ocasión recurrió a este talento al principio de su carrera cuando un promotor se negó a pagarles la tarifa completa por un concierto, así que a veces servía para algo más que para hacer reír a sus amigos. "Mientras cargábamos nuestro equipo en la furgoneta, Ozzy se bajó los pantalones, se agachó sobre el capó del Jaguar del promotor y dejó una de sus características tarjetas de visita. Hizo una gran cagada en el capó, a su antojo, y luego nos largamos. Con el paso de los años fue perfeccionando su talento. En las futuras giras americanas cagaba en las máquinas de hielo de los hoteles", ha desvelado Geezer. Otras de las ocurrencias más desagradables de Ozzy fue servirle al batería Bill Ward un plato de curry con sus calcetines malolientes como guarnición: "Ozzy se había quitado uno de sus calcetines sucios y sudados, lo había puesto en el plato de Bill, lo había cubierto de arroz y le había echado curry por encima. Y Bill podría haber sido fácilmente la primera persona de la historia en morir envenenado por un calcetín, porque Ozzy no se cambiaba los suyos muy a menudo".