Agencias / La Voz de MichoacánEUA. Stella del Carmen, la única hija que se desprende de las casi dos décadas de matrimonio de Antonio Banderas y Melanie Griffith, se ha sincerado en su último artículo para la edición estadounidense de Vanity Fair sobre su ilustre legado familiar y, en consecuencia, sobre las ventajas e inconvenientes de haber crecido en el seno de una saga familiar tan célebre como la suya. Para la también nieta de Tippi Hedren, su herencia familiar ha supuesto todo un privilegio por las numerosas "oportunidades" que le ha brindado a todos los niveles, aunque la joven de 24 años también ha señalado algunos contratiempos ligados a los prejuicios, o al exceso de atención, que solía recibir por su condición de 'hija de'. "Pude olvidarme por completo durante algunos años, hasta que acabé el instituto y llegué a la universidad en una ciudad distinta y la primera frase que me decía todo el mundo era: '¿Tu padre es Antonio Banderas?'. O los comentarios a mis espaldas eran: '¡Su madre es Melanie Griffith!'", ha recordado en su introspectivo texto, en el que también ha repasado eventos de su vida tales como el día en que conoció a Barack Obama o disfrutó junto a su progenitor de un revelador viaje a Perú. "Nunca olvidaré cuando mi padre y yo nos fuimos cinco días a una excursión a Machu Picchu, recorriendo entera la dificilísima ruta, y lo primero que vimos al llegar a la cumbre, no fue la antigua y bella ciudadela inca, sino a un señor con una cámara sacándonos fotos mientras yo lloraba después de hacer ese viaje juntos, lleno de emociones", ha manifestado sobre los momentos agridulces que ha atravesado a lo largo de su casi cuarto de siglo en este planeta.