Taylor Lautner sacó una lección invaluable entre ‘Crepúsculo’ y los altibajos de la fama

Agencias / La Voz de Michoacán

Taylor Lautner no podía salir de su casa hace 15 años. El fenómeno generado por las películas de Crepúsculo, y la división que provocaba el triángulo amoroso de la historia (o eras ‘Team Jacob’ o ‘Team Edward’)lo convirtieron en un ídolo de masas de la noche a la mañana y ni siquiera se animaba a ir al supermercado. Tenía menos de 20 años y su rostro decoraba las paredes de miles de habitaciones por todo el mundo, mientras era perseguido por muchedumbres que gritaban su nombre. Pero el tiempo pasó y su estrella se apagó.

Pero el público no olvidó su nombre. Su pasado como heartthrob del cine y exnovio de Taylor Swift hicieron que quedara grabado en la cultura popular del nuevo siglo. Lo que explica que el mundo todavía opine, comente o se interese por su vida. O mejor dicho, en su cuerpo y apariencia física. Sin embargo, él mismo reconoce que la opinión del mundo en torno a su aspecto lo habría hundido hace unos años. Ahora no. Ahora predica lo aprendido sobre el amor propio, sin dejar que los haters de las redes sociales detengan su deseo de compartir sus looks y apariencia.

Y lo demostró en las últimas horas a través de dos imágenes publicadas en las stories de su perfil de Instagram. Lo hizo a pocos días de haber expuesto los comentarios negativos que suele recibir en torno a su aspecto y por parte de usuarios que critican las evidencias físicas del paso del tiempo.

Primero lo hizo a través de una fotografía enseñando sus músculos frente al espejo después de hacer ejercicio. En la siguiente, pidiendo opinión a sus 9.4 millones de seguidores sobre el ‘look’ que había elegido lucir en la noche. A primera vista pueden parecer imágenes superficiales. Las de un actor luciendo su físico, tan típicas de las redes sociales. Pero, en realidad, esconden una lección de amor propio que Taylor Lautner aprendió a la fuerza.

Porque después del fenómeno vivido entre 2008 y 2012 con las cinco películas de Crepúsculo, Taylor Lautner fue creciendo. Como todo el mundo. Pero lo hizo alejado de las grandes producciones, los blockbusteres o proyectos de gran envergadura que lo mantuvieran en el horizonte de la audiencia. Esto hizo que, para muchos espectadores, desapareciera del mapa, derivando en la sorpresa que sienten algunos cuando lo ven de repente en una entrevista, en el capítulo de una serie o en redes sociales. Porque han pasado 10 años desde que fue un ídolo juvenil y, como nos pasa a todos, simplemente creció. Y por eso, lamentablemente, suele recibir comentarios negativos, odiosos y críticos en torno a su cuerpo. Sobre todo, de su aparente calvicie incipiente. Que, de más está decir, a nadie le importa.

Por ese motivo publicó un vídeo a finales de mayo donde exponía el odio recibido. No solo explicándolo directamente, sino mostrando fotografías de diferentes publicaciones, donde se podía ver claramente los nombres de algunos usuarios y sus dañinas palabras.

El actor explicaba emocionado que, años atrás, le habrían afectado mucho los comentarios. “Si esto hubiera pasado hace diez años, o cinco, tal vez dos o tres, realmente me habría molestado. Me hubiera hecho querer meterme en un hoyo y no salir”. Pero añadía que había madurado como individuo a lo largo de los años, sintiéndose menos preocupado por la percepción pública de su imagen.

“Mi valor estaba en las cosas equivocadas”, añadía para entonces ofrecer la lección de amor propio aprendida. “Si pones tu valor en lo que otras personas piensan de ti, así es como te vas a sentir. Pero si pones tu valor en saber quién eres, qué es importante para ti, qué amas, ese tipo de cosas no te afectarán”, dijo. Y entonces concluía con otro mensaje de amabilidad. "Piensen y recuerden dónde ponen su valor en la vida”, aconsejaba a sus seguidores. “Y… solo sean amables. No es tan difícil”.

Y es que Taylor Lautner sabe de lo que habla. Y no solo porque tuvo que aprender a distanciarse de los comentarios negativos, sin dejar que afecten su salud mental o la concepción de su propio ser, sino porque él conoce la difícil transición que produce vivir la fama al máximo para, de repente, pasar al olvido.

Porque este joven nacido en 1992 conoció la fama de repente a los 16 años a través de las adaptaciones de las novelas de Stephenie Meyer, y que cosecharon más de 3 mil millones de dólares en la taquilla global. Sin embargo, la fama fue tan abrumadora que Taylor sentía que no podía vivir una vida normal. Llegó a tener miedo de salir a la calle porque algo tan sencillo como ir a caminar era un problema. “Cuando tenía 16, 17, 18 años, me despertaba e intentaba simplemente salir a caminar o tener una cita y tenía 12 autos esperando afuera de mi casa para seguirme a donde quiera que fuera o aparecer en un aeropuerto o en cualquier lugar, y tienes miles de fanáticos gritando”, dijo a The Hollywood Reporteren 2022.

En la misma entrevista admitía que no fue al supermercado durante más de 10 años, al cine o centros comerciales por miedo a ser reconocido. Dijo que tenía “miedo”, incluso cuando intentaba pasar desapercibido llevando gorra y anteojos de sol. “Se acumuló algo dentro de mí donde, no lo sabía, pero tenía miedo de salir. Me ponía súper ansioso por salir. Así que simplemente no lo hacía”, explicó.

Y entonces la fama se terminó y la atención se disipó, viviendo un terremoto emocional. Porque a diferencia de sus compañeros, Taylor Lautner intentó aprovechar la fama de Crepúsculoa través de producciones que convocaran a su público. Y mientras Kristen Stewart y Robert Pattinson apostaban por el renacimiento a través del cine independiente, con proyectos que desafiaban y pulían sus talentos convirtiéndolos en algunos de los actores más demandados de su generación, Taylor probó con cintas de acción que definían ese refrán de ‘mucho ruido y pocas nueces’. Fue el caso de Sin escape (2011) y Tracers (2015), donde jugaba el papel de héroe pero sin historias que contaran algo nuevo o le permitieran florecer como actor. Fue un error y dos fracasos fueron suficientes para que Hollywood lo relegara al papel de secundario esporádico en cine y series.

“En ese momento, se volvió frustrante porque solo querías vivir una vida normal. Pero luego, cuando te quitan todo, empiezas a cuestionarte a ti mismo y comienzas a pensar: '¿Acaso la gente ya no se preocupa por mí?'. Cuando desaparece un poco, lo notas, y esa es la parte peligrosa porque puede jugar con tu mente”.

Sin embargo, a través de la madurez que llega con los años y el apoyo de su esposa, encontró la estabilidad y un cambio de perspectiva. Porque ahora agradece la fama vivida porque fue una lección de vida. “Me hizo quien soy ahora y por eso estoy agradecido”.

Y por eso, después de exponer el odio que recibe en redes sociales con críticas absurdas sobre su apariencia, Taylor Lautner no se esconde y sigue propagando su mensaje de aceptación y amor propio. Y lo hace sin evitar la normalidad de exponerse de manera natural, con más fotos de su cuerpo, su rostro y sí, también su pelo. El mejor antídoto para hacer frente a la epidemia del odio sinsentido de las redes.