El Universal/La Voz de Michoacán.México. Lo primero que le preguntaron a Samuel Kishi fue si todavía estaba en Berlín y después le comentaron que si deseaba ir a la ceremonia de clausura, fuera. Ayer, sentado en una de las butacas, comenzó a escuchar las razones por las que una película había ganado y, cuando volteó, vio a la actriz Martha Reyes llorar. “Luego miro a otro lado y mi carnal también estaba llorando, fue cuando yo también comencé a hacerlo”, narra. Su filme Los lobos, inspirada en su infancia, se alzó con el Gran Premio del Jurado en la sección GENERATION K, enfocado a narrativas con jóvenes, de la Berlinale. Apenas el viernes había sido condecorada con el Peace Film Award, que se otorga a cintas con un poderoso mensaje de paz. “Pensé que querían que fuéramos por algo de ese premio, no por lo que finalmente pasó”, cuenta emocionado desde la ciudad teutona. Los lobos sigue a Max y Leo, de ocho y cinco años, respectivamente, quienes son llevados por su madre a EU en su intento por tener una mejor vida y con la promesa de visitar Disneylandia. Cada que ella se va a trabajar, les deja un grabadora con su voz. La imaginación ayuda a los hermanos a pasar su soledad. “En las funciones con el público (de niños, principalmente) las preguntas eran medulares, no acerca del costo de la película o qué cámara habíamos usado sino como por qué los personajes habían tenido que irse de su pais. “Y pues cómo le explicas en pocas palabras a un niño el fenómeno de la migración; hay una escena donde uno de los niños logra amarrarse los zapatos y el público comenzó a aplaudir porque claro, son cosas que ellos están viviendo”, dice Kishi. Además de los diplomas, los premios dotaron de 12 mil 500 euros (unos 250 mil pesos), dinero que será utilizado para pagar deudas. Los lobos estrenará el 30 de abril en salas mexicanas, pero antes competirá en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara. “La película es un homenaje a mi jefecita que nos enseñó a trabajar, la resilencia y empatía, saber que a pesar de momentos oscuros, siempre hay lugar para la luz”, indica.
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