Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El que debería ser su lugar más seguro, su casa, paradójicamente se transformó en el mismo infierno. Su abuelo la atacó sexualmente en dos ocasiones, apenas teniendo 13 años de edad. Hoy espera un hijo, mientras él es procesado penalmente. Así como esta historia, en este año se acumulan unas 300 carpetas de investigación de denuncias que desnudan esa realidad: hasta el 85 por ciento de las víctimas que se atreven a denunciar abuso y violación sexual duermen con sus enemigos. Según los números fríos, a diario se denuncia una violación y abuso sexual. En los pasillos de la Fiscalía Especializada en Violencia Familiar y de Género hay deprimentes historias. Papás, padrastros, hermanos, medios hermanos, tíos y hasta vecinos de las víctimas son los autores, quienes se han atrevido a arrebatarles las ilusiones a quienes apenas comenzaban su vida. La mayor incidencia de casos se concentra en niñas de 10 a 14 años de edad, aunque también hay denuncias donde la depravación llega a dañar a bebés de 2 años de edad. Las víctimas muchas veces prefieren vivir en silencio su dolor, y activistas advierten que no es privativo de una clase social. Hay lugares donde optan por callar porque tienen la idea de que así se evitará la desintegración familiar o sufrir un señalamiento social. El agresor está en el hogar, refieren los pocos estudios que se han realizado y que son referencia para organizaciones no gubernamentales, quienes creen que no es por el simple hecho del placer sexual que se llegan a cometer estos actos que destruyen vidas, sino porque quieren sentir el poder de la subordinación. En sus casas nadie llega a dar crédito de lo que ocurre, y menos cuando los involucrados son los padrastros. Las mamás de las víctimas aún llegan ante el Ministerio Público esperando que los exámenes médicos que se les practicaron sean negativos y que no se acredite que aquel hombre que llevaron a su casa sea el agresor. Desde ese momento, quienes fueron vulneradas en la intimidad de su hogar comienzan a sufrir una doble victimización y hasta persecución. Las tragedias pueden llegar alcanzar otros niveles. La Unidad Especializada en Delitos Sexuales tiene documentado un caso donde la víctima, menor de edad, prácticamente se quedó en la orfandad y fue refugiada en el hogar de su abuelita, puesto que la madre decidió continuar la relación con el padrastro de la menor, aunque lo tuviera que ir a ver al Cereso David Franco Rodríguez, donde fue recluido porque se le acreditó el delito en detrimento de la niña. En la azotea de su casa, la someten Una niña de 10 años de edad vivió una pesadilla en carne propia. Sonny M. y Bhalam M. la sometieron y la violaron en la azotea de su casa sin que nadie pudiera hacer algo para frenar a los sujetos. Uno de ellos es la pareja sentimental de la madre de la menor que sufrió el sometimiento y ataque sexual. En caso de que se compruebe el delito –por sus agravantes- estarían en prisión durante más de 20 años. El testimonio de la menor quedó plasmado en la denuncia penal que interpuso en la fiscalía. Narró que en septiembre, los sujetos le pidieron que se acercara a donde ellos estaban, para de inmediato someterla y abusar sexualmente de ella. Hoy las personas están detenidas y fueron internadas en el centro penitenciario de Mil Cumbres, y se espera que en breve sean presentados a los separos para que se determine su situación legal. Mientras todos dormían, él abusaba de ella Una niña de 8 años de edad vivió su propio calvario. Su padrastro, durante casi un año, la sometió sexualmente sin que nadie se diera cuenta. Él aprovechaba la oscuridad de las noches para saciar sus más bajos instintos. Mientras que los demás integrantes de la familia dormían, él se metía al cuarto de la niña en donde consumaba la violación, mientras que también era sometida y amenazada. Carlos Alberto O. fue el autor material; él ya se encuentra ante la justicia, una vez que fue descubierto por familiares de la víctima y posteriormente fue denunciado. La autoridad garantiza que no habrá impunidad y que el delito se esclarecerá plenamente. Les mancha la vida a tres personas Sin embargo, hay familias a las que se les ha cambiado totalmente el rumbo de sus vidas. En Tarímbaro, tres menores de 6, 9 y 12 años de edad fueron llevados con engaños a una habitación, donde fueron atacados sexualmente por el dueño de la casa. Ellos ahí estaban porque eran amigos de una de las hijas del imputado. La tragedia se consumó el 9 de mayo, y adentro del domicilio sufrieron la violación sexual. Por fortuna, no se quedaron callados y solicitaron apoyo para que el victimario no quedara suelto cometiendo más abusos. Crisóforo G. ya fue presentado ante el juez, y se resolvió que continuaría en prisión mientras se complemente la investigación. Sanciones duras Los delitos contra la seguridad sexual pueden llegar a alcanzar penas superiores a los 20 años, sin embargo, dependerá de las condiciones en que se cometió el abuso o la violación. En lo que va del año hay 143 carpetas de investigación por violación. La mayor cantidad de denuncias se captaron en marzo, cuando comenzó la contingencia por el coronavirus. Sin embargo, la fiscalía tiene por resolver 165 denuncias por abuso sexual. El pico de casos se ha registrado en marzo y abril, justo durante la cuarentena. Autoridades y organizaciones no gubernamentales han advertido que muchas veces las víctimas de violencia, abusos y violación, viven bajo el mismo techo que quienes desatan sus actos de perversión. Lo que preocupa en estos momentos es que al estar aislados no sólo viven sistemáticas agresiones, sino que les resulta complicado salir a la calle y ponerse a salvo, puesto que la mirada de sus victimarios está encima de ellas, quienes viven amenazadas hasta de muerte. Lamentablemente hay casos que llegan a la Fiscalía porque el profesor, profesora o catequista de la víctima vio conductas extrañas en el menor de edad que probablemente no fueron detectadas en casa, donde parece que se vive en una burbuja, mientras la víctima sigue sometida y perdiendo las ilusiones y prefiere “sacrificarse” –porque así son amenazados- a que alguien más salga dañado. Entre marzo y abril, la Fiscalía General presentó ante el juez a 52 presuntos responsables, 47 de ellos por orden de aprehensión y cinco por comparecencia, todos ellos involucrados en delitos que atentan contra la libertad y seguridad sexual de las mujeres. De las 47 detenciones, 25 corresponden al delito de violación y 14 por abuso sexual. En cuanto a las cinco personas presentadas por comparecencia, corresponden al delito de abuso sexual en agravio de personas mayores de 18 años. Evitan las llamadas de emergencia En el primer trimestre (enero-marzo) de 2020, a decir del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, las llamadas de emergencia relacionadas con el abuso sexual en el estado presentan una tendencia al alza. De enero a marzo se incrementó la cantidad de estas llamadas, pasando de 2 casos en enero a 3 casos en el mes de marzo. Respecto a las llamadas de emergencia relacionadas con el acoso y hostigamiento sexual en el estado, presentan en el trimestre una tendencia a la baja, ya que se pasó de tener 6 llamadas en el mes de enero a 4 para el mes de marzo. Mientras que las llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violación en el estado presentan una tendencia a la baja, de enero a marzo se pasó de tener 3 casos a 0. Sin embargo, hay que recordar que en muchos casos este tipo de delitos no son denunciados por la violencia y control que el agresor genera sobre la víctima, así como en estos momentos de asilamiento se complica a las mujeres hacerlo al estar el agresor todo el día con la víctima en su hogar, de ahí la importancia de seguir difundiendo los teléfonos y correos de atención a fin de facilitar a las víctimas los canales de denuncia. Mientras tanto, en el país, las llamadas de emergencia relacionadas con los incidentes de violación presentan una tendencia significativa al alza: de enero a marzo se pasó de tener 269 casos a 395, es decir, se registró un incremento del 47 por ciento. Al igual que por abuso sexual, luego de que, de enero a marzo, se incrementó la cantidad de estas llamadas en un 41 por ciento, pasando de 387 casos en enero a 545 casos en el mes de marzo. Delitos contra la seguridad sexual, con atención especial La fiscal Especializada en Violencia Familiar y de Género, Araceli Palomares Miranda, resaltó el interés y preocupación para que se dé certeza a las mujeres que denuncian este tipo de agresiones y se ejercite acción penal en contra de las y los responsables. Puntualizó que los delitos contra la seguridad sexual de las mujeres representan un acto denigrante que atenta contra la integridad y dignidad de las mujeres; pero que además ocupa de atención especial porque en un importante número de casos existe una relación de parentesco de víctimas y victimarios. De ahí que el servicio de la Fiscalía no solamente se enfoque en la investigación y persecución del delito, sino que también busca garantizar la atención especializada a las agraviadas. Explicó que la triada investigadora (policía, ministerio público y peritos), en apego a los protocolos de la materia, han enfocado sus labores para que se esclarezcan estos delitos y se soliciten las órdenes de aprehensión. Por su parte, la secretaria de la Mujer, Nuria Gabriela Hernández Abarca, reconoció que en este periodo de aislamiento la realidad nos ha evidenciado que la violencia familiar es un tema preocupante que debe visibilizarse y atenderse con prontitud por la gravedad de su aumento, en este aislamiento las redes de apoyo tanto de niñas y niños como de las mujeres se ven limitados a un espacio en específico, lo que las coloca en una situación más vulnerable. Recordó que la UNICEF señala que, ante el endurecimiento de las medidas de contención por COVID-19, también aumenta el riesgo de que los niños sufran abusos, abandono, explotación y violencia, y tendrían que generarse más mecanismos tanto sociales como de política pública para garantizar el derecho de las niñas, niños y mujeres a vivir una vida libre de violencia. Turismo sexual, el otro lastre En Michoacán se tiene en el radar que hay mujeres que son sometidas a la trata de personas y que se ven obligadas a comercializar con menores de edad por 15 mil pesos. A sus bebés las llegan a violar. “Esto ocurre principalmente en zonas turísticas, por ejemplo, la cercanía del puerto de Lázaro Cárdenas con Zihuatanejo, donde se ha llegado a dar el turismo sexual”, dijo la activista Circe López. Si bien no se tienen estudios actualizados de la problemática, reconocen que están analizando todos los datos que aportan en la Secretaría de Salud y en la Fiscalía General con el propósito de ir dimensionando el tamaño de la problemática. Michoacán justamente está en la mira de las autoridades debido a que participa en la red de trata de personas activa que mueve a personas a distintas partes del mundo. En este lugar han sido desarticuladas bandas plenamente identificadas.