El reloj marcaba las 21:00 horas, momento ideal para que el concierto de Calle 13 diera inicio. El Palacio de los Deportes fue la pista ideal del "Baile de los pobres", segunda pieza de la noche que fue desatando la locura. "El aguante" para esta velada debía ser grande; el baile, los saltos, gritos y chiflidos sólo paraban para tomar aire y seguir con más. Ayotzinapa estaba en la mente de todos los presentes, por eso antes de que diera inicio la siguiente melodía, en El Domo de Cobre los miles de jóvenes presentes gritaron como una sola voz, del uno al 43, para finalizar con una palabra que definió un deseo general: Justicia. "Multiviral" se volvió el show cuando el guitarrista de las bandas Audioslave y Rage Against The Machine!, Tom Morello, subió a la tarima para acompañar a Calle 13. En dicha melodía, el guitarrista llegó a rasgar sus cuerdas con la boca mientras que en la parte trasera de su instrumento se veía una hoja con el número 43, lo que dio paso al momento político de la noche. Habitantes de Ayotzinapa acompañaron a Calle 13 y Tom Morello, para dar una serie de mensajes: Una madre de familia en busca de su hijo, aseguró que saben que los desaparecidos están vivos y que seguirán en la lucha "porque no queremos que ustedes sean el número 44". El padre de Cesar Manuel González, otro normalista con paradero desconocido, declaró: "No soy orador sino un padre que ama a su hijo y que lo quiere de regreso. Y le digo al procurador, si ya está cansado, que renuncie a su puesto porque nosotros no". Mientras el papá de Cesar Manuel abrazaba a Residente, agregó; "Si en eso (la búsqueda) nos lleva la vida, bienvenido sea. Porque para nosotros los padres, ustedes chamacos son lo más preciado que la vida nos regaló. Gracias joven y nunca cambies". "No están solos, no están solos,..." fue la última muestra de apoyo y cariño que los fanáticos de Calle 13 le dieron a esos guerrerenses en la tarima. A continuación, Lila Downs se presentó ante un público "callejero" que la recibió con cariño: "Voy a cantar con mis hermanos boricuas, 'Latinoamérica'". Al finalizar, Residente, Visitante y el resto de Calle 13, se despidieron del publico mexicano y salieron del escenario. Pero era una falsa despedida, después de algunos minutos, en los que ni un alma se movió del Palacio de los Deportes, la banda regresó para tocar uno de sus primeros éxitos mundiales, "Atrevete-te-te". Continuando con la romántica: "Muerte en Hawaii". Para apreciar espectáculos como este, hay que relajarse, por lo que "Respira el momento" estaba a punto de clausurar una velada que probablemente pocos olvidarán. Dos horas de show ya se habían cumplido pero a nadie parecía importarle; cansancio no había, los saltos y manos en el aire continuaban, así que no fue difícil provocar a estos miles de mexicanos diciéndoles "Vamo'a portanos mal". "¡Que vivan los estudiantes!, ¡Que viva México!, ¡Gracias, gracias gracias!", fueron las últimas palabras de Residente a nombre de todos y cada uno de los integrantes de Calle 13, exitoso proyecto nacido en Puerto Rico que aun tiene mucho trayecto musical por venir.