Ciudad de México.- Al momento de hablar sobre su amor por la música folclórica mexicana, Carlos Rivera expresa con gran orgullo: "Es el ingrediente secreto que yo le he puesto a mi música". El cantante de 30 años recordó cómo empezó a escuchar música de otras regiones cuando vivía en su natal Huamantla, un pueblo al que el gobierno mexicano ha dado el título de mágico por sus edificios históricos, en el pequeño estado de Tlaxcala. "Una de las cosas que más me apasionaban desde niño era el huapango con falsete", recordó en una entrevista telefónica reciente desde Miami, donde se encontraba de promoción. "Y aunque Huamantla ni Tlaxcala no están dentro de ninguna (región) Huasteca de donde haya ese tipo de música, yo la escuchaba por mi abuela". Otra figura destacada para el cantante es Franco De Vita, en cuyo álbum "Primera Fila" (2013) participó Rivera. Dijo que el cantautor ítalo-venezolano le había dado un consejo importante: "Que yo en mi música tenía que agregar algo mexicano, particular, para que cuando fuera al mundo fuera ese mexicano". En "Mexicano", un disco que celebraba el bicentenario de la Independencia mexicana en 2010, Rivera incluyó huapangos, género tradicionalmente interpretado con guitarra, jarana y violín originario de la región Huasteca, la cual se extiende por San Luís Potosí, Veracruz, Querétaro e Hidalgo. Es un ritmo muy diferente al mariachi mundialmente conocido, y tras este álbum buscó difundirlo así como fusionarlo con su música pop. "El poder explicarlo, el poder contarlo y luego el poder cantarlo me llena de mucho orgullo porque yo también quería hacer algo mexicano pero fuera de lo que ya se había hecho", dijo el intérprete, quien inició su carrera musical en 2004 cuando fue ganador del concurso de canto "La Academia". También ha experimentado con géneros tradicionales de otros países de América como la chacarera argentina, en "Día de lluvia", que interpreta con el cantautor argentino Abel Pintos. "Cuando yo escribí esta canción, iba volando a Buenos Aires y en el avión empezó a cantarse en mi cabeza", relató. "La chacarera es además un ritmo que se asemeja mucho al huapango". Rivera, quien pasó un par de años en España interpretando de Simba "El rey león" (2011-2013) y continuó con el papel hasta principios de este año en la puesta mexicana del musical, ofreció en mayo su primer concierto en el prestigioso Auditorio Nacional capitalino. "Literalmente podría decir que fue el concierto de mis sueños, que fue mejor incluso de lo que más imaginaba. Ni en los mejores sueños estaba que fuera de esa manera", señaló sobre la experiencia, que podrá revivir el próximo 29 de octubre como parte de la gira de su álbum "Yo creo", que lanzó en febrero. "Creo que cualquier cantante que sabe que existe el Auditorio Nacional, no importa de qué país sea, sueña con cantar en ese lugar. Yo tuve la fortuna de que hace un par de meses sucediera y mayor aún mi fortuna que pueda volver en unos meses más", expresó el músico, que también planea presentarse en Chile, Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana y España. A sus "Riveristas", como llama a sus admiradoras, las reconoce por acompañarlo siempre en sus conciertos y por gestos que hasta incluyen usar frases de sus canciones en tesis universitarias. "Mirar las primeras filas y ver las caras de mis fans que me han seguido desde hace 12 años, las que siguen ahí y las que han crecido conmigo, yo creo que no hay nada más bonito que tener un público que te sigue a pesar de los años, a pesar del tiempo", dijo Rivera.