Ciudad de México.- Cinco años después de la muerte de Amy Winehouse, su legado continúa. Aquel 23 de julio de 2011 la cantante de 27 años dejó de existir, dejando atrás su esencia musical y sus letras desgarradoras, ejemplo para muchos de cómo desde la rebeldía también se puede revitalizar la industria de la música actual. Amy provenía de una familia judía y luchaba contra desórdenes alimenticios como la bulimia y su adicción a las drogas y el alcohol. Nunca dejó de ser ella misma e hizo su voluntad para encontrar el sonido que le gustaba, no importaba si era comercial o exitoso. https://youtu.be/7CYE0DYIbaw Cuando el productor Mark Ronson la conoció, sabía que tenía preferencias por el jazz y el blues —géneros que disfrutaba estudiar—, y quedó por demás que ella le dijera que quería sonar como la música que escuchaban los negros en los años 50 y no tanto como los grupos actuales. Lo que lograron juntos en “Back to black” (2006), su segundo álbum, se convertiría en lo más importante que hiciera en su carrera. “Amy y yo hablábamos en el mismo lenguaje musical, pero no sabíamos lo que hacíamos, sólo que nos encantaba”, comenta Ronson para recordarla. https://youtu.be/KUmZp8pR1uc El DJ británico afirma que Winehouse era una persona a la que no le interesaba la fama y eso se podía ver en la manera que hacía canciones, que quizá no eran para un gran público de masas. https://youtu.be/TJAfLE39ZZ8