Guillermo Chávez/ La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Zoé, la banda mexicana de rock, llegó a la capital de Michoacán en una tardenoche lluviosa a deleitar a los fanáticos que desde temprana hora comenzaron a hacer fila para entrar a la Monumental Plaza de Toros de Morelia. A pesar de la ligera lluvia, y el fresco viento que se sentía un par de horas antes, los administradores de la agrupación rockera sonreían y ansiaban tomar sus lugares dentro de la Monumental Plaza. "Lleve la playera, la gorra, la taza", exclamaban los vendedores, con la intención de tentar al público a que comprara alguno de sus productos mientras estos comenzaban a avanzar hacia los elementos de seguridad. Una vez pasado el filtro, en donde revisaban bolsas, bolsillos y personas, con pasó veloz los fanáticos iniciaban su recorrido por los pasillos de la Monumental que los llevaría al lugar donde presenciarían a la banda. Zoé se formó en el año de 1995, y es liderada por su vocalista, León Larregui. Además es considerada como una de las bandas de rock alternativo referentes en Latinoamérica. "Venus", "Azul", "No hay mal que dure" y "Últimos días" fueron las canciones con las que Zoé abrió su concierto, y con las que los morelianos les dieron la bienvenida al corearlas. Pero fue con "Nada", una de sus canciones más emblemáticas, con la que tanto la banda como los admiradores hicieron vibrar la monumental plaza de toros. Los celulares se encendieron y alzaron, las cámaras capturaban el momento en imágenes y videos, las manos se agitaban y los pies saltaban. Todo al ritmo de la voz, la batería y las guitarras. Leon Larregui bailaba, mientras el público lo iluminaba con las linternas de sus teléfonos móviles. Todo al mismo tiempo que 3 pantallas que cubrían el techo encima de la banda, mostraba imágenes psicodélicas de estrellas y luces. 24 canciones interpretaron los creadores de "Nada", Love, "Soñé" y "Labios Rotos", y con todas y cada una de las canciones, los asistentes brincaban y cantaban con la banda. Incluso la lluvia cesó su amenaza, y permitió al público desprenderse de su impermeable. Al terminar el concierto, las sonrisas invadían el rostro de todas las mujeres y todos los hombres que fueron testigos de la visita de Zoé en Morelia.