St. Petersburg, Florida, EU.- Para la familia Calder, el furor por "Frozen" comenzó cuando la cinta animada de Disney se estrenó a fines del 2013 y llevaron a su hija Caroline a verla en el cine. La niña de 7 años volvió a verla con uno de sus abuelos, luego con otro, y después con otro más. Entonces vino el crucero de Disney al Caribe con música de "Frozen", la compra de pijamas con imágenes de "Frozen" — en vez de las muñecas, pues éstas estaban agotadas — y una larga fila en una tienda de Disney para obtener un boleto para una rifa por la oportunidad de comprar un vestido de "Frozen". "Nos hemos convertido en la familia 'Frozen''', dijo la madre de Caroline, Kristin, de 41 años, quien dice que el CD o DVD de "Frozen" se escucha o ve a diario en su auto o en su casa en Boynton Beach, Florida. "Es parte de nuestra vida cotidiana". Su hija Caroline describe su amor por la película de este modo: "Realmente me gusta Elsa por su poder de congelar. Y realmente me gusta Anna porque es muy buena". Caroline agregó que el vestido azul hielo que usa Elsa cuando canta el tema "Let it Go" es lo que más le gusta de toda la película. Recientemente, la familia celebró el cumpleaños de Caroline con una fiesta con tema de "Frozen" que incluyó recortes tamaño real de las estrellas animadas del filme, un peluche del muñeco de nieve de la cinta, Olaf, e invitaciones con tema de "Frozen" descargadas del cibersitio de manualidades Etsy. Por 350 dólares, los Calder incluso contrataron a actrices que hicieron de Anna y Elsa, las hermanas de la película, quienes cantaron y jugaron una hora con los pequeños invitados. Era la sexta fiesta de "Frozen" que animaban ... en un mismo día. Para aquellos que no estén familiarizados, "Frozen", que relata la historia de cómo Anna y Elsa superan el terrible poder de Elsa de convertir todo en hielo y nieve, se ha convertido en la quinta película más exitosa de todos los tiempos, con ingresos de 1.200 millones de dólares en la taquilla mundial. La gran demanda por todo lo relacionado con "Frozen" ha creado una escasez de mercancía en las tiendas Disney Store en toda Norteamérica. También ha generado largas esperas para ver a las princesas en los parques temáticos de Disney en Florida y California.