Agencias / La Voz de Michoacán. El 20 de marzo de 1969 ocurrió la boda entre uno de los músicos más prolíficos de Inglaterra y una artista conceptual japonesa, evento que se considera el fin de una de las bandas emblemáticas del rock inglés, The Beatles. Se casaron Yoko Ono y John Lennon. John Winston Lennon y Yoko Ono, se conocieron en Londres el 9 de noviembre de 1966, cuando Lennon quedó impresionado con las originales concepciones y creaciones, por lo que eventualmente comenzó a financiar sus exposiciones. A pesar de que Paul, Ringo y George no se sentían cómodos con la incipiente relación, Yoko y John se convirtieron en un dúo poderoso e inseparable. Tres años después se llevó a cabo la segunda boda para Lennon y la tercera para Ono, amor que duró hasta que la muerte los separó el 8 de diciembre de 1980. El lider de The Beatles y su novia viajaron a la Isla de Gibraltar y se casaron en una ceremonia privada que duró únicamente tres minutos. En este importante día, ambos estaban vestidos de blanco, John usó sweater, un saco y pantalones; Yoko Ono eligió un vestido corto, medias hasta las rodillas y un gran sombrero blanco. Los dos tenían cigarros en las manos y zapatos deportivos blancos. A pesar de una separación temporal, la cual duró un año, esta pareja se volvió un icono del siglo XX, los cuales han dejado frases celebres, fotografías de desnudo, portadas de discos, activismo antibelicista y mucha polémica. Tuvieron un hijo al que llamaron Sean Lennon, quien nació el 9 de octubre de 1975. John Lennon declaró orgulloso que Sean no salió de su vientre, pero, que él “hizo sus huesos”, ya que “atendía todas sus comidas, y la forma en que duerme, y el hecho de que nada como un pez”. La última imagen captada de Lennon y Ono juntos, fue tomada el 8 de diciembre de 1980, cinco horas antes del asesinato del músico. A pesar de que la fotógrafa Annie Leibovitz, deseaba que Lennon posara solo, éste insitió para que Yoko apareciera en las imágenes. Fue así que John se quitó la ropa y Yoko permaneció vestida. “Se acurrucó junto a ella y fue algo muy, muy fuerte. No podías evitar sentir que ella tenía frío y él se aferraba a ella” mencionó Leibovitz acerca de la portada de la revista Rolling Stone.