El doctor Fredric Brandt, dermatólogo que tenía entre sus pacientes a estrellas como Madonna, fue encontrado sin vida en su casa el fin de semana. De acuerdo con TMZ, el médico de 65 años se suicidó en su casa de Coral Gables, en Florida. Al parecer, últimamente estaba muy triste por la parodia que se hacía de él en el programa de Netflix "Unbreakable Kimmy Schmidt". El médico fue pionero en el uso de botox y era consultado por ricos y famosos, sobre todo en Nueva York. Además tenía un negocio de productos dermatológicos.