Este año no habrá selfies en la alfombra roja del Festival de Cine de Cannes pero habrá todo tipo de material para generar imágenes en la Costa Azul de Francia. En ningún lugar las películas y los cineastas son tomados más en serio, ni tan superficialmente, como en Cannes, la capital del cine en el sur de Francia cuyo 68 festival arranca el miércoles. "Es un circo", dijo Todd Haynes, ("Mildred Pierce", "I'm Not There"), quien estrenará su melodrama lésbico de la década de 1950 "Carol", protagonizada por Cate Blanchett y Rooney Mara. "Es una bestia enloquecida como ninguna otra. Nada se compara con Cannes, en mi experiencia es un lugar extremadamente importante". En el festival de este año, Haynes es uno de los dos directores estadounidenses que compiten por la Palma de Oro, el otro es Gus Van Sant, quien la ganó en 2003 por "Elephant" y este año presenta "The Sea of Trees", un drama sobre el suicidio y la supervivencia protagonizado por Matthew McConaughey y Ken Watanabe. Como representante latinoamericano está Michel Franco que también tratará de llevarse la Palma de Oro con "Chronic", su primera película hablada en inglés sobre un enfermero, interpretado por Tim Roth, que ayuda a morir a pacientes terminales. En 2012 el director mexicano se llevó el premio de la sección Un Certain Regard por su cinta "Después de Lucía". El italiano Paolo Sorrentino presentará su nueva película tras ganar el Oscar con "La grande bellezza": "La giovinezza" ("Youth") un drama que se desarrolla en los Alpes hablado igualmente en inglés y protagonizado por Michael Caine y Harvey Keitel. Joachim Trier, el cineasta noruego de "Oslo, August 31", también estrenará un drama hablado en inglés, protagonizado por Jesse Eisenberg y Gabriel Byrne. Por su parte el director quebequense Denis Villeneuve ("Prisoners") presenta "Sicario", un drama sobre la frontera mexicana con Emily Blunt y Benicio del Toro. La Palma de Oro ha sido ganada por varios directores estadounidenses como Francis Ford Coppola y Quentin Tarantino, así como los presidentes del jurado este año: Joel e Ethan Coen (en 1991 por "Barton Fink"). Este año la competencia será reñida entre Van Sant y Haynes, quienes tienen mucho en común y se enfrentan a todos estos directores internacionales. Shakespeare estará presente en Cannes. "Macbeth" del director australiano Justin Kurzel, con el actor irlandés nacido en alemana Michael Fassbender y la francesa Marion Cotillard. Fassbender se dijo impresionada porque Cotillard asumiera el papel de Lady Macbeth en la lengua del bardo de Avon. "No puedo elogiarla lo suficiente", dijo Fassbender. "Para mí entrar fue como decir 'OK, es Shakespeare'. Pero ella habla francés, me pareció que fue de una valentía increíble. Y es excelente". Cannes es el reino perfecto para esas películas raras. Por mucho es el mayor mercado de películas del mundo y aunque bastantes personas tendrán la vista puesta sobre la alfombra roja en el Palais, los hoteles de lujo, el bulevar de la Croisette y los yates a la orilla de los muelles estarán bastante ocupados con negocios . Y ya que los ojos de la industria estarán centrados por 12 días en Cannes, también habrá estrenos importantes fuera de competencia. Pixar terminará con su sequía de dos años con "Inside Out", sobre las voces que viven dentro de la cabeza de una niña. Una noche antes de su estreno en Norteamérica la película futurista de George Miller "Mad Max: Fury Road" llegará al festival. "'Mad Max' tiene la cantidad exacta de locura y anarquía para ellos", dijo Tom Hardy, quien interpreta al guerrero Mad Max. "Me encanta que George Miller llevará esta carrera delirante a Cannes donde se veía a Audrey Hepburn, Gregory Peck y Humphrey Bogart en trajes de gala. George hará que explote". La noche de "Mad Max" del jueves será muy diferente a la apertura del festival del miércoles donde el drama de Emmanuelle Bercot "Standing Tall" y una coreografía de Benjamin Millepied en homenaje a "Vértigo" de Alfred Hitchcock serán las estrellas. Hablando de vértigo, Cannes mezcla partes iguales de locura y películas que pueden provocarlo. Quizá fue por eso que el director del festival Thierry Fremaux anunció que no se permitirán selfies "grotescas" en la alfombra roja. En el caos debe haber cierto orden.