Ciudad de México.- A sus 60 años, Miguel Bosé reconoce que antes que ser un cantante o artista es un hombre de paz, uno que pide por más solidaridad y menos muros. Bosé arribó la noche de este domingo al Zócalo de la Ciudad de México para ofrecer gratuitamente su recién comenzada gira “Estaré”, con la que pidió más unión entre la gente ante el momento que atraviesa el mundo actualmente. “La solidaridad es un músculo que tenemos muy atrofiado y necesitamos ejercerlo. Soy un hombre de paz y trabajo para ello diario, en los últimos años hemos vivido una situación que hace pensar que el mundo que quería dejarles a mis hijos ya no está”, dijo. Bosé, quien se mostraba visiblemente emocionado por estar en este histórico lugar, agradeció a sus seguidores por estar con él en este momento de su carrera. A pesar de que el español sólo logró reunir a 85 mil almas en el primer cuadro del Zócalo, eso no importó a la hora de hacer vibrar a sus seguidores, quienes no perdieron la oportunidad de bailar, corear y transportarse al pasado con los temas que el cantante interpretó. Canciones que el español ocupó como armas para alzar la voz ante lo que él considera un mal momento global. Muestra de ello sucedió cuando tras deleitar a los asistentes con un ramillete de éxitos como “Sereno”, “Duende”, “Nena” y “Aire soy” (a dueto con Ximena Sariñana), dio espacio para “Nada particular”, tema que, dijo, habla sobre segregación y el racismo. “La canción que viene la escribí en el 92. Hoy con rabia vemos escenas degradantes y tristes que tienen que ver con aquellas personas que buscan un lugar nuevo para comenzar de nuevo y que no se les permiten. Les aconsejo que no se tiñan de rubio porque luego cuando hacen eso les da por levantar muros y ese es un mundo que no quiero, sino uno de solidaridad”. Entre amigos y colegas. La noche fue el pretexto perfecto para que los reencuentros y las colaboraciones afloraran, desde las obligadas como la que hizo con Paty Cantú en “Amiga” o con Ximena Sariñana en “Aire soy”, hasta inesperadas como las que realizó con Pepe Aguilar en “Siempre en mi mente” o junto a Ana Torroja en “Morena mía”. La emoción de Miguel durante el show era grande y evidente, tanto que se tomó el tiempo de hablar de su vida como padre, algo de lo que difícilmente hace. Cuando llegó el momento de interpretar “Estaré” (que da título a su tour) se lo dedicó a sus cuatro pequeños. “Ser padre es lo más grande que te puede pasar en la vida, te cambia todo. Con la siguiente canción yo les quise decir (a sus hijos) algo importante, que esté o no esté, siempre estaré en su corazón. Soy papá soltero y este gesto fue muy deseado y querido como la subrogación por un vientre generoso. Del deseo y amor que puse en ti, estaré”, dijo. En las cerca de dos horas que duró el recital, temas emblemáticos en la carrera del cantante como “Morir de amor”, “Creo en ti”, “Si tú no vuelves”, “Diablo” y “Gulliver” no faltaron. Desde el inicio de la velada Bosé le advirtió a sus fans que la noche sería inolvidable y llena de sorpresas, algo que cumplió pues los invitados fueron los momentos más aclamados por los presentes, quienes disfrutaron de duetos con Sasha Sokol en “Como un lobo”, Fonseca en “Bambú” y con Benny Ibarra en “Solo si”.