Las luces se hicieron tenues, los asistentes miraban el escenario en espera de lo prometido, una voz anunció el motivo de la reunión, el 22 aniversario del Centro Cultural Universitario (CCU). De pronto salió al escenario un hombre no muy alto, vestido con pantalón de mezclilla y camisa negra, el cabello platinado por las canas y sus característicos lentes, David Filio (ciudad de México, 1962) apareció con guitarra en mano y una sonrisa cautivadora. Filio presentó su nuevo disco “Vale la pena”, como parte de los festejos de un aniversario más del recinto cultural que dependen de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). Para el tercer tema se sumaron Gil Chávez en el piano, Alain en las percusiones, Hezell en el bajo y Félix Serrat en la guitarra eléctrica. Fue un programa para “acariciar el alma”, además, en un estado del que tiene grandes recuerdos de la infancia y la juventud, explicó el cantautor que compartió las experiencias que dieron lugar a cada canción. “Con tu voz” dedicada a su madre, una concertista de piano de la que heredó amor por la música. Otro de los temas lo escribió para “apuntalar el alma en un momento difícil” se llama “Maquinita de amor” y la compuso para Mateo, un pequeño sobrino que confió que está en un lugar mejor, aunque estuvo poco tiempo con su familia dejó un gran legado de amor. Fue una noche familiar, no sólo por el tipo de público reunido, sino porque invitó a su hija, Bego, a cantar tres canciones como parte del programa, una joven alta vestida de forma sobria, sin parafernalia. Para leer la nota completa, consulta la edición impresa de este 26 de septiembre del 2015 en La Voz de Michoacán.