“Ojalá todas las mujeres denuncien los abusos y no sufran por lo que yo estoy pasando”, es el mensaje que Marisa Moreno Bernat mandó a través de una grabación a los medios de comunicación que ayer convocó su padre, Mario Moreno Ivanova, y su madrastra Tita Marbez, para hablar de la agresión física que sufrió por parte de su aún esposo, Alain Meder. El heredero de Cantinflas explicó que gracias al apoyo de la Subprocuraduría para la Atención de Delitos Vínculados a la Violencia de Género de la PGJEM y el Instituto para la Atención de Víctimas al Delito de la PGJEM, lograron capturar a Alain Meder 30 horas después de la agresión, pero al intentar sobornar a la policía lo destuvieron también por cohecho, que se agrega a los de violencia de género y lesiones. “Lo que sí es que hay que platicar mucho con ella, previo a su ratificación, porque tiene que entender que no puede existir el perdón a un criminal y a un monstruo como este tipo, tiene que convencerse que no va haber una próxima, porque la próxima no la va a sobrevivir”, dijo Ivanova. Todo ocurrió, detallaron, la madrugada del 19 de septiembre, cuando la pareja, que estaba por firmar el divorcio, se encerró en la habitación del pent house de Interlomas en el que vivía ella junto con cuatro amigos, quienes se quedaron en la terraza. “Ellos vieron que la luz del cuarto de Marisa estaba prendida, algo que nunca pasa y se les hizo raro, uno de ellos pasó, checó y la vio tirada boca abajo en un charco de sangre, intentó abrir la puerta, pero este tipo la había cerrado con llave por dentro y ya se había escapado. Bajó 15 pisos dejando rastros de sangre por todas las escaleras, hasta el noveno. Rompieron la puerta, sacaron a Marisa; el chico que es paramédico voluntario (David García) le inmovilizó el cuello con un collarín”, contó el papá de Marisa. La joven fue trasladada al Hospital Ángeles de Interlomas, en tanto sus amigos llamaron de inmediato a Tita, esposa actual de Ivanova, quien llegó a las 9:00 horas a ver a su hijastra al hospital. “El preliminar cuando la ingresan al hospital es con severas fracturas en el rostro, señales de ahorcamiento, y no podían cuantificar la cantidad de fracturas”, explicó Tita, y agregó junto con Ivanova que eran alrededor de 200 fracturas en el rostro de Marisa, aunque no presentaron documentos médicos o legales sobre el caso. Mario Moreno comentó que ahora deberán esperar a que el rostro de su hija desinflame para proceder con la reconstrucción de su nariz, pómulos y la órbita del ojo derecho, que ha recuperado 80% de la visión, para después comenzar con terapias psicológicas.