Rodeada de flores, como las enviadas por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y Comité Ejecutivo de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), descansa el cuerpo de Ninón Sevilla en una funeraria de Félix Cuevas, donde amigos y familiares la despiden desde la noche de ayer jueves. La bandera de Cuba -que trajo la cónsul del país caribeño en México, María Sánchez- cubrió el féretro, también acompañado por un retrato de la rumbera cuando era joven. Su hijo, Genaro Lozano, afirmó que Ninón nunca hablaba de la muerte, ya que llegaría cuando tuviera que llegar; vivía la vida como quiso, con alegría y optimismo, era una mujer trabajadora y nunca dejó de fumar.