"Tiburón" sigue acechando después de 40 años

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Cuarenta años han pasado desde aquel 20 de junio de 1975, cuando por primera vez la imagen de "Tiburón" estremeció la pantalla grande y se quedó en el inconsciente colectivo del mundo, pero su impacto en la mente de la gente no fue gratuita, sino que se debió a la conjunción de diversos elementos que rompieron paradigmas en su tiempo.

La indefinición de su género, el uso especial del suspenso y de la música que lo apoyan, además de tener el sello de un joven Steven Spielberg, quien se convirtió en uno de los directores más importantes, son sólo algunos de los valores que han hecho de esta cinta todo un icono, expresó el crítico cinematográfico Arturo Aguilar.

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"Es emblemática por dos lados, uno a nivel de industria y otro en el nivel artístico. Además de la aparición con pleno uso de capacidades de un Steven Spielberg, quien se convertiría en el gran narrador de los últimos 30 años en el cine y en todo momento hay una noción muy clara por parte de él de que es una película que rompe los géneros", afirmó el periodista en entrevista con Notimex.

"Tiburón", estrenada en 1975, "dos años antes que ‘Star wars', se convirtió en una película icónica, el primer gran estreno de verano transformado en un blockbuster en una época sin internet en la que se logró que las playas dejaran de ser visitadas ante el miedo de una máquina asesina que aún hoy en día aterroriza a las masas al utilizar una sutil fórmula.

"Ellos tomaron la premisa de ‘si te pongo una bomba debajo de la mesa y explota, es sorpresa; si te pongo una bomba bajo de la mesa y no explota, es suspenso y lo puedes alargar infinitamente y eso es a lo que juega la película durante su primera hora", explicó Aguilar.

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Es por eso que para la hora en que uno logra ver algún insignificante rasgo del tiburón en la pantalla acompañada de la estremecedora música de John Williams, el efecto del suspenso se hace presente y el miedo se convierte en la herramienta que sacude a todos en sus butacas.