Si sonríes cada vez que te escribe, este artículo es para ti. El enamoramiento, esa preciosa etapa de una relación en la que sentís devoción el uno por el otro y vuestro día no está completo sin veros. Pero, ¿estás de verdad enamorada? Si no lo sabes, descúbrelo leyendo estas señales: Si ves al “hombre más sexy del mundo” y te da igual Será guapo, talentoso, increíblemente seductor, pero tú solo tienes ojos para tu chico. Te irritas si tus amigas le critican Si te pones a la defensiva cuando tus amigas comentan algún defecto suyo, estás enamorada. “¿Os parece raro que vista así? A mí me encanta, es original”. Todas las canciones te recuerdan a él Ya sea “Stay with me” de Sam Smith o la última de Eminem, todas las canciones que oigas te harán pensar en él. Sin embargo, aquellas de desamor te inspiran una cierta lástima Escuchas a Taylor Swift y piensas: “Pobrecita, con lo guapa que es y no ha encontrado el amor de su vida”. Y te regocijas en la suerte que tienes habiendo conocido a tu pareja. Has dejado de stalkear a tus antiguos ligues Antes te conectabas a Facebook y te dedicabas a espiar el muro de tu ex, de aquel chico que conociste en la playa, de ese otro que te gustaba en la Universidad. Sin embargo, ahora ya nada. Simplemente no te interesan. Estáis juntos a todas horas Ya sea a una comida con tus padres o una visita al médico, él te acompaña. Y, si no lo hace físicamente, lo llevas en la mente. Solo porque cualquier mínimo detalle te recuerda a él. Sonríes. A todas horas. Incluso cuando no deberías. Como, por ejemplo, esta mañana en clase cuando leíste un whastsapp suyo y el profesor te pregunto de qué reías y te pidió que lo compartieras con el resto de los alumnos. ¿Tu ex? Pensar en él te irrita. Aunque no le desees nada malo, el solo hecho de haber formado parte de tu pasado te da cosa. No ves sus defectos Sus manías o pequeños malos hábitos no son problema para ti. Aunque deje la sartén sin fregar o no baje la tapa del váter. ¡Adorable! Cada vez estás más cerca de decir "te quiero" Y de decirlo de verdad, con sentimiento. Y no solo porque te haya traído un buen capuccino para desayunar o te haya descargado todas las temporadas de tu serie favorita. Sí, definitivamente, estás enamorada.