Ciudad de México.- La intimidad, además de la confianza, necesita del erotismo y la sorpresa; ejemplo, descubrir el cuerpo de la pareja a través de caricias diferentes que estimulen el deseo de ambos. Estos minutos dentro del acto sexual les permitirán, a tu pareja y a ti, disfrutar de un placer más intenso y algunos beneficios del sexo: disminuye sus niveles de estrés y mientras su sistema inmunológico mejora en un 30 %, de acuerdo a un estudio de la Psychological Reports. Sexo divertido, diferente, original, excitante, atrevido, apasionado, inolvidable, insuperable… ¿te animas? Si la respuesta es “sí”, te lo contamos todo para que la rutina no invada tu cama. La gallinita ciega: véndale los ojos con un pañuelo de seda y que no sepa por dónde esperar tu ataque. Se tendrá que concentrar en lo que siente y el jueguecito en cuestión lo pondrá cardíaco. No te prives de nada, bésalo y acarícialo por donde menos lo espere. La dulce espera: Tortúralo parando en seco cuando esté a punto de alcanzar el clímax de placer. Al principio tal vez se queje, pero después de dos o tres veces de haberlo sometido a esta “dulce” tortura, cuando finalmente dejes que toque las puertas del placer, la sensación será mucho más intensa. El espejismo de placer: una imagen vale más que mil palabras, ¿no? Pues pon un espejito mágico cerca de vuestro lecho para que los dos puedan controlar de cerca sus movimientos y disfruten de la versión de sus cuerpos enlazados por la pasión. Amor culinario: ¿te acuerdas de la escenita de Nueve semanas y media en la que empiezan a mezclar sexo y comida? Pues márcate un punto y decora tu sexo con su postre preferido. Otra sensación muy gustosa es extender crema por sus labios y besarlo así. La textura hará que el contacto sea realmente inolvidable. ¡De aquí no te escapas!: una vez que esté en tu interior, contrae tus músculos vaginales. Esta sensación multiplicará su placer. Puedes jugar a contraer y dilatarlos cuando esté dentro tuyo. Hay doctrinas hindúes que aseguran que así, sin más movimiento, se puede llegar a alcanzar el orgasmo. Átame: Átalo a tu cama. no se trata de un sentido figurado, sino literal. Utiliza pañuelos para sujetarlo a tu cabecera impidiéndole que se mueva mientras tu decides como enloquecerlo. También puedes jugar, hacerlo esperar tus caricias hasta la exasperación, rozar su cuerpo con tus pechos. Piérdete en su pecho: ellos se pasan el día especulando con nuestros pechos, su volumen , su forma, etc. En cambio, nosotras parece que a veces ni nos fijamos en que ellos también tienen. Sus pezones son una zona de alto voltaje que aceptará de buen grado cualquier tipo de caricias. ¡Ropa fuera!: desnudarse es todo un arte que puedes perfeccionar montándole un striptease. Si lo hace, no te apures, desnúdate con calma, acariciándote el cuerpo, haciéndolo esperar cada prenda y con música de fondo. Arroz a la cubana: ¿has oído hablar alguna vez de la cubana? Consiste en masturbar a tu pareja con tus pechos. Para dicha práctica se ha de tener un considerable volumen torácico y habilidad en este difícil arte, por lo que no está al alcance de todas las mujeres. Cuidarse es placentero: están de lo más animados y llega el momento de ponerle el preservativo. Haz que esa instancia se convierta en un juego más poniéndoselo con tu boca. Hazlo con mucho cuidado de no morderlo y colócatelo plegado en la boca. Con información de Nosotras.com