Adrián Bucio/ La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Cuando la codependencia te impide disfrutar de tu relación de pareja, te liga con problemas constantes y genera una invasión personal hacia el otro, se corre el riesgo de experimentar una situación conflictiva. El no poder deslindarte de una persona, creer que se vive a través de ella, y además, permitir y ejercer la violencia dentro del noviazgo o matrimonio, suelen ser conductas tipificadas como una problemática psicológica de cuidado. La codependencia, según la psicóloga Lupita Medina, “es una serie de patrones que los miembros de la pareja desarrollan, en donde hay un exceso de control. Las dos partes están atentas a cada acción, pensamiento y decisión de la otra persona; en ambos persiste el deseo de controlar, aunque lo expresan de diferente manera y desde diversas posturas”. Dentro de este problema, existe la idea de “sin el otro no puedo vivir”. https://youtu.be/ZSUmvP6LFgY El problema de esta situación, argumenta la especialista, es que hay una invasión de las dos partes. No se frecuenta a amigos sin permiso, se revisan los mensajes del celular, no se va a pedir trabajo si la pareja considera que no se debe pedir, no se da “me gusta” a la foto de redes sociales de un amigo o amiga si no hay consentimiento del otro, e inclusive, no se estudia equis carrera si la otra persona no está de acuerdo con ello. A veces se pierde la privacidad y la noción individualizada de cada persona: surge el “tú y yo somos uno mismo”. Hay una dependencia muy marcada hacia el otro; no hay libertad. Y cuando uno de los dos se cansa y quiere dejar al otro, no puede, y aparecen las frases “si te vas no soy nada”, “no te puedo dejar”, “mi vida se acaba si no estás conmigo”, “mi mundo eres tú”. La psicóloga Arcelia Espinoza afirma que la codependencia es una condición psicológica que te hace depender de otra persona. “Se trata de personas que al momento de tener una relación, vuelven ésta muy conflictiva, de pelea constante, con mucha destrucción y poca claridad a la hora de solucionar los problemas”, menciona la experta. La especialista Lupita Medina asegura que esta dependencia viene de las dos personas que forman parte de la relación; en las dos hay control, las dos hacen el papel de víctima y de victimario, controlado y controlador, en algún momento del noviazgo o matrimonio según sea el caso. “Los dos se controlan de distintas maneras. Aparentemente hay un controlador, pero el que permite ese control también controla, y a veces se vale de técnicas como la de ‘me voy a quedar en casa para que él o ella también se quede y no salga con sus amigos’ o ‘si te vas de mi vida yo me muero’. Sus mundos son pequeños, limitados a las decisiones de la otra persona, y eso los desgasta en demasía”, explica la psicóloga. ¿Quieres conocer más sobre este tema? Consulta la versión impresa completa del 29 de julio.