La depresión es la enfermedad del siglo XX que afecta a más de 350 millones de personas en el mundo y se estima que para el 2020, sea la segunda causa de discapacidad, solo después de las enfermedades cardiovasculares, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tomar la decisión de olvidarte de los alimentos de origen animal como parte de las acciones para mejorar tu vida puede generarte muchos beneficios, pero también existen efectos secundarios de ser vegetariano que tienen que ver con padecimientos depresivos. Un estudio de la Medical University of Graz, Austria, apunta que las dietas vegetarianas están vinculadas a salud general más precaria, peor calidad de vida y una mayor necesidad de atención de la salud, comparados con sus contrapartes que sí consumen carne. Dieta que deprime De acuerdo a la investigación, los vegetarianos son más propensos a desarrollar depresión; son varias las razones de por qué se puede presentar este padecimiento con base en diferentes estudios. La ausencia de ácido araquidónico es una de las causas, éste se encuentra en alimentos como la carne o los huevos, que al ser eliminados de la dieta, provocan que el consumo del ácido sea mínimo, lo que genera depresión. Lo anterior es indicado en el estudio realizado por los investigadores Johannes Michalak, Xiao Chi Zhang y Frank Jacobi, publicado en el Internacional Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity. El triptófano es generador de serotonina, sustancia encargada regular la sensación de bienestar en el organismo. Julia Ross, nutrióloga y fundadora de The Nutritional Therapy Institute, indica que las dietas vegetarianas lo contienen en pocas cantidades, lo que hace a las personas más vulnerables a padecer depresión. La carencia de Zinc, según Nicola Mondaini, dirigente médico del Hospital Santa Maria Annunziata, Florencia, explica que este factor frecuente en los hombres vegetarianos, está asociado a la reducción de la testosterona, lo que causa depresión del estímulo sexual. Trastornos de alimentación La investigación del departamento de nutrición del Saint John’s University, señala que los adolescentes y adultos jóvenes tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos alimenticios, a causa de la pérdida de control sobre su dieta. Alberto Espina Eizaguirre, especialista del Servicio Andaluz de Salud, España, explica que cuando una persona padece algún trastorno alimenticio es más vulnerable al estrés, a la impulsividad y a la depresión. El tomar poco Omega 3 y vitamina B12, para Michalak, Jacobi y Chi Zhang, según su investigación que las personas vegetarianas presentan concentraciones muy bajas de estas sustancias, dado que su mayor aportación viene de las carnes, lo que eleva el riesgo del trastorno depresivo. Los investigadores señalan que muchos vegetarianos basan esta elección en razones éticas, por lo tanto algunas de sus características sicológicas y sociodemográficas, como la autodefinición negativa, causan efectos perjudiciales sobre la salud mental. Los efectos secundarios de ser vegetariano tienen que ver con la falta de ciertos nutrientes, que en esta dieta son muy pobres, y que son relevantes en la producción de las sustancias que causan “bienestar mental”. ¡Alerta! Ellos son los amigos de la depresión, aléjalos: -Endulzantes artificiales: Producen depresión del sistema nervioso. - Comida frita: Los alimentos ricos en grasa saturada empujan a la depresión. - Alcohol: Su abuso genera depresión y afecta el sistema nervioso.