Sentirse cansado en momentos de máxima actividad es algo bastante común. Sin embargo, si nos sentimos fatigados sin causa aparente, podríamos estar enfrentando hábitos o problemas de salud ocultos que hay que detectar. Falta de sueño: La falta de sueño, los horarios cambiados, o el insomnio por la razón que sea son las principales causas de la fatiga. La solución es entender la cama como lugar de descanso y hacer actividades hasta que nos dé el sueño de verdad. Poca comida: A veces la razón de que nos falte energía puede explicarse por lo poco que comemos. La falta de energía implica que no podamos llevar a cabo todas las actividades diarias y nos sintamos fatigados. Anemia: La falta de hierro provoca anemia, y uno de los síntomas de la anemia es precisamente la fatiga excesiva. Lo ideal es acudir a un especialista, porque un suplemento del mineral resolverá el problema rápidamente. Depresión: Estar deprimidos o tener demasiados problemas en la cabeza puede hacer que estemos fatigados. La razón puede estar en pensar demasiado, o en los desajustes de los hábitos habituales. Se resuelve intentando llevarlos a la normalidad. Exceso de cafeína: Tomar mucho café provoca insomnio. Eso probablemente lo sabemos todos. Sin embargo, hay quien se acostumbra mejor y hay quien no lo hace. Si estás cansado y tomas mucho café, prueba a reducir su dosis. Deshidratación: Si no bebes la suficiente agua o no tienes una alimentación sana que la incluya, podrías estar sufriendo un cansancio porque tu cuerpo no tiene todo el líquido que necesita para poder desarrollar su actividad normal.