Sufrir un complejo de inferioridad es más frecuente de lo que parece: esto general mucha ansiedad y frustración personal. Si te sientes inferior a los demás, si sientes que nadie te tiene en consideración, si te sientes insignificante… está claro que sufres un complejo de inferioridad. Normalmente, suele estar provocado por una persona o por situaciones sociales estresantes, pero sea cual sea la causa, es bueno conocer algunas claves para superar el complejo de inferioridad. Primer paso Hay que admitir que te sientes inferior. Ese es el primer paso para conseguir acabar con ese problema. Debes decirte a ti misma que no eres inferior a los demás, sino que el problema está en tu cabeza y que esta impresión no es real. Hay que buscar en los recuerdos el origen posible de este complejo: si se descubre, puede ser el punto de partida de tu recuperación. Hacerle frente al pasado no es algo fácil, pero suele ser necesario para curarse. Segundo paso Identificar los síntomas de esta sensación de inferioridad: vacío en el estómago, nerviosismo, transpiración excesiva y temblores son señales que te ponen sobre la pista. A pesar de estar acostumbrada a sentirte mal, en cuanto se experimentan estas sensaciones es el momento de parar y pensar en ello. Hay que tomar conciencia de este pensamiento intangible que afecta a tu pensamiento. Y se debe eliminar tomándose el tiempo necesario y mostrándose pacientes. Tercer paso Si tienes algún complejo físico, no olvides que eres tú la que le da tanta importancia a ese detalle que te desagrada. El ser humano es complejo: evitar juzgarte focalizando una característica tan superficial. Además, es posible que lo que te disgusta tanto sea invisible a los demás, y que sólo tú lo veas. Un buen consejo para tomar distancia con relación a esto es hacer una lista con tus puntos fuertes en cuanto persona, bien físicos como morales. Cuando se visualiza esta lista escrita, verás que eres una persona destacada por muchas razones. Conviene dedicar tiempo a estudiar y desarrollar esas características. El entorno en el que la persona evoluciona es crucial para el desarrollo de la confianza en uno mismo. Conviene rodearse de personas positivas; así como ignorar o alejarse de cualquier persona que se ríe de ti, te critica o se aprovecha de ti. Se trata de personas nocivas que no aportan nada bueno. Se debe mantener el contacto con personas que os quieran y que os aprecien tal y como sois. Cuarto paso La mejor manera de superar el complejo de inferioridad es desarrollando tus intereses, pasiones y aptitudes personales. De esta forma, tu espíritu estará abierto y se centrará sobre lo que es verdaderamente importante y real, alejando los pensamientos negativos.