Ciudad de México.- A veces te ocurre, tal vez con mayor frecuencia de lo que quisieras, sentir que no hay forma de satisfacer tu hambre, por más que lo intentas, es casi imposible que lo logres, comes y comes sin parar. En el conteo que te presentamos a continuación, los platillos que aparecen en la lista te causan más hambre que la que te quitan. Estos productos detonan en tu cerebro una necesidad de mayor comida, por lo cual es necesario que los evites si quieres mantener tu peso. 1) Papas, galletas saladas y pan. Las papas fritas son un prototipo perfecto de carbohidratos procesados, lo mismo que el pan blanco, las galletas y otros “snacks”. Cuando ingieres este tipo de carbohidratos, el azúcar de la sangre aumenta, así que el cuerpo manda la señal de lanzar una gran cantidad de insulina para normalizar al organismo. La insulina envía el azúcar a las reservas del cuerpo, dice el profesor Dr. David Ludwig, especialista en Nutrición en Harvard. Debido a que la energía se almacenó, el hambre aumenta. En los restaurantes, lo primero que te ofrecen son canastas de pan, para activar tu organismo a seguir comiendo. Inclusive, algunas frutas, como el plátano pueden tener el mismo efecto. 2) Galletas dulces, pastel y dulces. El azúcar, de cualquier tipo que sea, activa una recompensa en tu cerebro, entonces este tiene que encontrar una forma alternativa de alimentarse de energía, así lo señala un estudio de la Facultad de Medicina de Universidad de Yale. El azúcar tiene su efecto en el hipotálamo, que tiende a calmarse una vez que consumió comida, pero cuando ingieres estos dulces, las áreas del cerebro permanecen activas, según indica la investigación, así que mandan la señal de que no están satisfechas y las incita a comer más, a pesar de que tu estómago ya esté lleno, asegura por su parte el Dr. Robert Lustig, un investigador pediátrico endocrinólogo de la Universidad de California en San Francisco. 3) Yogurt reducido en grasa. Muchos estudios señalan que el tiempo que te tardas en masticar te hace sentir más lleno, pero un análisis de un equipo europeo y estadounidense encontró que cuando masticamos bajamos el nivel de ghrelina en el cuerpo, la llamada hormona del hambre, esto no pasa con el yogurt que es una bebida. Una taza de yogurt baja en grasa tiene altos niveles de azúcar y carbohidratos procesados, lo que promueve el hambre. Refresco de dieta y snaks endulzados artificialmente. Un estudio australiano encontró que los endulzantes artificiales encienden en tu cerebro una señal de que estás a punto de ingerir más calorías, así que tu organismo espera que lleguen. Cuando estas no llegan, el cerebro necesita encontrar un equilibrio que te impulsa a comer y llenar el hueco.