El Universal/La Voz de Michoacán El antequino es un marsupial en peligro de extinción debido, entre otras cosas, a que puede pasar hasta 14 horas teniendo sexo lo que produce niveles fatales de testosterona. “Realmente es sólo una gran sesión de todos los machos y todas las hembras que intentan aparearse lo más rápido posible y al final de eso… todos los machos muere”, dijo Andrew Baker, de la Universidad Tecnológica de Queensland, a ABC. Las sesiones de sexo pueden durar hasta 14 horas, lo que ocasiona una producción alta de testosterona en los machos llevándolos a la muerte. Por lo que cuando nacen los bebés no queda ningún macho vivo. Al acumularse altos niveles de testosterona se bloquea un interruptor que desactiva la hormona del estrés. Posteriormente, sólo reciben inundaciones de cortisol lo que causa una falla en el sistema inmunológico. “Esto causa una falla en el sistema inmunológico que resulta en una hemorragia interna y los machos simplemente tropiezan tratando de encontrar hembras en ese estado y finalmente mueren”. El antequino macho, perteneciente a la familia Dasyuridae, muere cuando alcanza los 11 meses. Además, debido a esta conducta, dedican poco tiempo a comer o dormir. Anteriormente, los científicos creían que los machos se suicidaban para dejar más alimentos y recursos a las hembras embarazadas y sus crías. Sin embargo, un estudio, publicado en la revista Zootaxa, demostró que estos animales recurren ese desenlace para superar la competencia masculina y distribuir el ADN a un mayor número de hembras. Este marsupial habita los picos más altos de una región al sureste de Gladstone, en Queensland, así como áreas aisladas cerca de la frontera de Nuevo Gales del Sur. Las otras amenazas a las que se enfrenta el antequino es el cambio climático y la invasión de su hábitat por otras especies.