Notimex/ La Voz de Michoacán Ciudad de México. Las fobias son un tipo de trastornos de la ansiedad, que tienen repercusiones negativas en la vida diaria de las personas, como sentimientos de inferioridad y culpa, autoestima baja, aislamiento y depresión. Las más comunes son: la aracnofobia (miedo a las arañas), aerofobia (temor a viajar en avión), agorafobia (a los espacios abiertos), cinofobia (a los perros), tripanofobia (a las inyecciones), claustrofobia (a los espacios cerrados) y glosofobia (a hablar en público), entre otras. Diana Patricia Guízar Sánchez, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM, señaló que “no son trastornos psiquiátricos graves, sino un conjunto de síntomas desproporcionados de autodefensa, que se manifiestan ante un suceso u objeto en particular”. https://youtu.be/-zWBBqVadWk En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que aunque sean conscientes de que su miedo no representa peligro, quienes padecen fobias sufren de palpitaciones aceleradas, problemas de respiración, deseos de huir y pérdida de control”. Por ejemplo, si aparece un animal, un objeto o situación que produzca fobia, la persona afectada buscará alejarse sin razonar de qué manera lo hará, ni medirá los riesgos. De acuerdo con el Instituto Nacional de Psiquiatría, refirió la universitaria, las fobias son el diagnóstico psiquiátrico más frecuente en niños y adultos: entre siete y 12 por ciento de la población general en México las padece. Se trata de un mecanismo de huida que se enciende en el cerebro primitivo. “El sistema de defensa se activa, pero el de planeación no, situación que puede ser riesgosa porque en un ataque de fobia la gente puede salir corriendo y cruzar la calle sin precaución”, ejemplificó. Surgen por experiencias traumáticas o por transmisión genética. “Desde el punto de vista psicológico, un evento traumático podría desencadenarlas. Desde el aspecto biológico, ocurren por predisposición: si hay antecedentes familiares de ansiedad o depresión, se tiene más susceptibilidad a desarrollar fobias”. Guízar Sánchez mencionó que existen algunas fobias que afectan mínimamente a las personas, pero otras, como la fobia social, perjudican la calidad de vida. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Psiquiatría, sólo cuando la fobia se asocia a otro trastorno de ansiedad o afectivo (depresión) que pudiera generar problemas sociales o familiares, la gente acude a los servicios médicos, pero también porque tiende a restarle valor a los miedos. El tratamiento para una fobia es la terapia de exposición y la psicoterapia específica. No es necesario tomar medicamentos, pero si se deja pasar mucho tiempo antes de iniciar un tratamiento, es probable que ya se hayan desencadenado otros trastornos, agregó.