Ciudad de México.- La “vaquerita” es definitivamente una de las posiciones preferidas, tanto para mujeres, como para hombres. Sin embargo, no es para todos, y es que a pesar de ser muy placentera (si se lleva a cabo bien), también puede ser increíblemente problemática, coinciden sexólogos y especialistas en el tema. Puedes fracturar su pene: En cuanto a posiciones sexuales, ésta es una de las más peligrosas. No tanto por ti, sino por él, porque si no eres cuidadosa, podrías terminar fracturando su pequeño “amigo”. Sé que no sucede muy seguido, pero las probabilidades aumentan con la “vaquerita”. Tu cabello caerá en su boca: Si tu cabello es largo, tienes que usar una pinza o recogerlo, pues no te dejará besarlo bien y podría terminar en su boca. Y si encontrar un cabello puede arruinarte la comida, imagínate lo que hará durante el sexo. Está en una posición vulnerable si decides matarlo: Está acostado sobre su espalda, todo tu peso está sobre él y hasta podrías encadenarlo a la cama. ¿Y si tuvieras un cuchillo escondido en una de las almohadas? Esto ya es MUY exagerado, pero la realidad es que está en una posición súper vulnerable. Es caliente: Sí, es HOT, pero también da MUCHO calor. Tú estás arriba, así que es posible que a ti te llegue bien el aire, pero él no tiene esa ventaja. No puede ver tus pompas: Tiene una gran vista de tu frente, pero definitivamente no puede ver TODO tu cuerpo. Y aunque sí pueda tocar tus pompas, eso no quiere decir que no se quede con las ganas de verte de cuerpo completo. Pondrás mucho de tu peso sobre su pecho: Para apoyarte, podrías poner tus codos o manos sobre su peso, y aunque te haga ver súper bien, a veces podrías lastimarlo. Y por más endorfinas que reciban del sexo, el dolor no siempre puede disfrazarse. La limpieza al terminar no es lo más sencillo: Te quitarás de encima, y es muy seguro que termine con uno que otro fluido en su abdomen y… hasta en su ombligo. No será lo más agradable. Es posible que lastimes su cabeza: Si estás muy entusiasmada, es posible que lo montes TAN duro, que su cabeza golpeará la cabecera. Las endorfinas lo podrían ayudar a lidiar con el dolor, pero al final del día podría terminar con un chichón horrible.