El Universal/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Si alguna vez te has subido a un avión, seguro sabes que la altura puede afectar tu cuerpo. Como cualquier modo de transportación público, los aviones están llenos de gérmenes y, por si fuera poco, hay que considerar la falta de humedad, la altitud y los largos periodos de inactividad a los que se expone tu cuerpo. Por ésta y otras razones, muchas personas odian viajar, especialmente por varias horas. Los vuelos usualmente se saturan de gente y el espacio es muy reducido. Te expones a muchos gérmenes en un lugar pequeño y no puedes abrir la ventana para huir de ellos. Así que es normal que regreses a casa con algún resfriado, enfermedad o efecto secundario. Infección en el estómago Hay personas que aman la comida del avión, y hay otras que la odian. Sin importar tus gustos, es posible que algo te caiga mal, según HealthLine. Las cocinas de los aviones son utilizadas principalmente para recalentar la comida, la cual es preparada por otras empresas. Aunque no es completamente seguro que vayas a enfermarte por comer en un avión, es una posibilidad que debes tomar en cuenta. Sin embargo, estas intoxicaciones pueden prevenirse, por eso se recomienda lavarse las manos antes de comer y pedir que la comida caliente lo esté, así como la que es fría, también lo esté. Estreñimiento Si alguna vez has experimentado estreñimiento durante un vuelo largo, te aseguro que no estás sola. Las cabinas presurizadas crean un ambiente muy seco en el avión, lo cual hace que se evapore el agua de nariz, ojos, boca y garganta. Así que cada vez que exhalas, expulsas más humedad, lo que desencadena estreñimiento, según el Daily Mail. Es por eso que se súper recomienda tomar mucha agua durante un vuelo, especialmente si es largo. Deshidratación Es común deshidratarse durante un vuelo. La humedad en las cabinas del avión es muy baja, así que el cuerpo suele perder aproximadamente 230 mililitros de agua por cada hora que están en el aire, según Marie Claire. Y al igual que el estreñimiento, la deshidratación puede evitarse tomando un cuarto de litro de agua cada hora para compensar la pérdida de hidratación corporal. Oídos de avión Sientes que se te tapan los oídos debido al cambio de presión. Según Mayo Clinic, esto es completamente normal y usualmente sucede porque la presión del aire en el oído interno es similar a la externa, pero cuando el avión despega, la presión del aire exterior cambia rápido, y la presión de aire del oído interno no ha tenido tiempo suficiente para aclimatarse, causando un pequeño efecto de vacío. Si te duele o incomoda, mastica chicle. El movimiento de tu boca y garganta ayudará a introducir aire a tu oído interno y ecualizar la presión. Exposición a gérmenes Todos sabemos lo poco higiénicos que pueden ser los aviones, y por eso es muy común que las personas se enfermen después de un vuelo largo. Después de todo tienes que pasar varias horas en un espacio reducido con muchas personas que, como tú, están cansadas de viajar. Pero la gripe puede prevenirse si eres más higiénica y diligente. Y, a veces, sólo tienes que lavarte las manos con más frecuencia. Inflamación de piernas Una de las cosas más incomodas que suceden durante vuelos largos es la inflamación de piernas o pies. Según Mayo Clinic, el mayor culpable es la inactividad; sentarse por largos periodos de tiempo causa que la sangre se acumule en las venas de las piernas, lo cual contribuye a una inflamación. La mejor forma de prevenir esto es moviéndose. Trata de estirarte lo más posible y levanta las rodillas individualmente mínimo 10 veces cada hora para que la circulación siga.