Dra. Miroslava Ramírez - Colaboradora, La Voz de Michoacán La hipersexualización es “representar” al niño o la niña como una especie de adulto sexual miniatura y se refiere al acto de hacer crecer a nuestros hijos antes de tiempo, es una forma de comercialización de los niños. Muchas veces los padres no se dan cuenta de que lo están haciendo, pues de manera sugestiva los medios de comunicación derraman imágenes sexualizadas explícitas o implícitas, lo cual inserta en ellos información subconsciente de la cual ni siquiera nos enteramos que se ha depositado en nuestra mente. Muchas mamás caen en estas redes sin percatarse que están hipersexualizando a sus hijas al facilitar o incentivar el uso de maquillaje (gloss, rubor, jelish, etc.) o vistiendo de manera similar a una mujer adulta. Se empieza a observar con mayor frecuencia la consulta en terapia de niñas con trastornos alimentarios tempranos como sobrepeso, anorexia, irritabilidad o angustia debido a la competencia por lucir “más sexy”o “a la moda”, todo ello debido al comportamiento que generan los medios y que fomentan patrones de belleza y comportamiento adulto. Por hacerlas crecer más rápido y preocuparse por temas por los que no deberían ser prioridad, como por ejemplo su apariencia física, el momento para vivir la niñez está siendo sustituido por redes sociales cuando lo sano sería el contacto personal con el resto de niños del colegio o el vecindario, sumergiéndose en un mundo solitario que inhibe su sano desarrollo. Recordemos que la etapa de la infancia es uno de nuestros mayores tesoros, ser niño solo se es una vez en la vida y lo cierto es que de esto te das cuenta cuando ya eres adulto. Por eso hay que protegerla, dejar que los niños sean niños durante el tiempo que les toca, porque para ser adultos ya tendrán el resto de su vida. ¿Sabes cómo prevenir la hipersexualización? Debemos ser padres conscientes y orientar para que el autoconcepto que tienen las niñas de su imagen y cuerpo no venga impuesto por el medio que les rodea y vigilar que la influencia de éste no les determine. No debemos “quemar etapas en las niñas” es decir, ajustarlas a un estereotipo de belleza actual dañará su sano desarrollo psicológico y generará desórdenes alimenticios y otros graves problemas de salud biopsicosocial que podrían agravarse.