Los malos hábitos de alimentación, el estrés, el abuso en el consumo de tabaco y alcohol y el uso excesivo de fármacos son factores para el desarrollo de la gastritis, una enfermedad gastrointestinal que produce inflamación en la capa que cubre la cavidad gástrica. Gerardo Fonseca González, jefe de Departamento Clínico de la Unidad de Medicina Familiar número 13 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro, señaló que la gastritis afecta directamente en el cuerpo humano, provocando molestias y dolor abdominal. "La sintomatología radica en dolor intenso en la boca del estómago; dolor de tipo urente, que es la sensación de calor o quemadura; reflujo; ardor en el esófago; náuseas, y vomito", especificó el especialista. Por ello, abundó, se recomienda acudir al médico para recibir tratamiento farmacológico adecuado, después de presentar algún síntoma y mejorar hábitos de alimentación que desencadenan este padecimiento. Fonseca González expuso que la clase trabajadora en edad productiva es la más afectada por este padecimiento dado que tienen malos hábitos de alimentación, ayunos prolongados y en algunos casos abusos en sustancias como alcohol y tabaco que dañan el cuerpo. Además, las personas de la tercera edad que tiene medicación prolongada y personas con alguna anemia o ansiedad dilatada también se ven afectado en el mediano plazo por la gastritis. "La gastritis se divide en dos categorías: aguda y crónica, donde la primera puede variar de uno a varios días, siempre y cuando se mejoren hábitos de alimenticios, eviten factores de riesgo, así como un tratamiento de medicación corta se puede revertir en el 100 por ciento de los casos, mientras que la segunda puede durar meses", enfatizó. En el caso de la gastritis crónica, es necesario realizar estudios para modificar e incluso evitar factores desencadenantes e impedir la aparición de úlceras gástricas que puedan agravar el padecimiento y requerir otro tipo de intervención. El especialista exhortó a la población a seguir las medidas de prevención para evitar este padecimiento y sus complicaciones, evitando así los factores de riesgo como la ingesta excesiva de alcohol, tabaco, drogas, ayuno prolongado, alimentación adecuada y balanceada, además de acudir al médico en caso de tener algún síntoma.