En Latinoamérica se ha duplicado la frecuencia de mujeres embarazadas mayores de las cuatro décadas, ¿cuáles son las implicaciones?. Aunque se considera que la edad ideal para embarazarse es entre los 20 y los 35 años, actualmente, cada vez hay más mujeres que postergan el momento, incluso hasta después de los 40 años de edad. De acuerdo con datos de la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (Red LARA), debido a esta tendencia, la necesidad de sus servicios ha aumentado alrededor de 70 por ciento. “Es un cambio social y eso hace que la edad de las mujeres que se embarazan se recorra a más de 35. Aunque las posibilidades de lograrlo se reducen más de la mitad, no llega ni al 10 por ciento. Además, la tasa de abortos llega a ser de 50 por ciento. Hay que hacer conciencia de que hay una reserva ovárica que se acaba de los 35 en adelante, esa alarma biológica no se debe olvidar”, explica Carlos Salazar, especialista en Biología de la Reproducción. De acuerdo con la escritora argentina Laura Gutman en su artículo “Ser madres después de los 40”, asegura que “las edades ideales para engendrar hijos varían según las culturas, las religiones, las zonas geográficas y los momentos históricos. En tiempos pasados no se discutía de las edades ni circunstancias, sino que sencillamente la mayoría de las mujeres concebíamos entre los 14 y los 20 años. Sin embargo, a ojos de nuestra moderna sociedad occidental, esa franja de edad la ponemos hoy en un lugar de riesgosa maternidad adolescente”. Y es que, de acuerdo con el también director regional de Red LARA, la mejor recomendación es planear. “Una mujer que de repente se ve embarazada en una circunstancia no idónea, no es mejor que aquélla de 20 a 40. Si la preparación de la mujer mayor de 40 o más es superior, por supuesto, es más recomendable. Pero sí se puede planear de una manera un poco más organizada, la fecundidad y la posibilidad de embarazo, lo recomendable es antes de los 35 de manera idónea o lo más cerca, antes de los 40”. El lado médico, la opinión de los especialistas Más que en cualquier otra edad, un embarazo después de los 40 requiere que la salud sea óptima y que lleve una alimentación adecuada. Los médicos atienden de manera estricta la presión arterial porque puede pasar de preclamcia a hipertensión, así como la nutrición, ya que existe el riesgo de cambiar de diabetes gestacional a diabetes mellitus. “Tenemos un riesgo genético implícito por una deficiencia enzimática. Precisamente la enzima que hace que el ácido fólico se pueda aprovechar para sus funciones en el metabolismo celular se encuentra genéticamente alterada en uno de cada dos mexicanos. Esto provoca que los riesgos a diabetes, hipertensión y enfermedades degenerativas en la etapa adulta se encuentren arriba de los estándares mundiales. Se suman factores que hacen que el estado físico se comprometa”, agrega Salazar. El experto asegura que actualmente los médicos tienen más conocimiento y más protocolos de preparación, y gracias a la tecnología también hay más exámenes y métodos para vigilar cada caso de manera particular; aunque aumenta el número de cesáreas, es posible llevar el embarazo y el parto por buen camino, concluye.